Vanja se viste de Howard

Vanja Marinkovic es otro desde este pasado verano. Con una confianza a prueba de bombas. Un hombre de hielo con una muñeca caliente. Ayer lo demostró una vez más. Inspiradísimo desde la larga distancia, el escolta balcánico firmó un auténtico partidazo.

Las molestias de Howard en la espalda obligaron a Peñarroya a dar más minutos a Marinkovic. El killer estadounidense tan solo pudo estar cinco minutos en pista, pero su hueco lo ocupó a la perfección el jugador de Belgrado, que ante la Virtus se puso la capa de Superman que habitualmente se pone el menudo escolta norteamericano.

El exterior serbio igualó su récord anotador en Euroliga con 22 puntos, misma marca que firmó un lejano 28 de febrero de 2020 con el Valencia Basket ante Panathinaikos. Con el Baskonia nunca había alcanzado una puntuación tan alta.

Mejor que nunca. Queda claro que este Marinkovic es un jugador renovado. Con aire fresco. Capaz de derribar todos los muros que se le pongan por delante. Ni le afecta quedarse fueras de las convocatorias en la ACB. Oportunidad que le dan, la aprovecha. La Virtus de Bolonia sufrió en sus propias carnes el hambre voraz de un jugador que cree en lo que hace y que no tiene miedo. Letal.

Por eso, con el partido caliente, con la Virtus acercándose y con el temor a que un posible fallo pudiera acercar más en el partido a la escuadra de Sergio Scariolo ahí aparecía Marinkovic para apagar el fuego con sus triples estratosféricos, sus canastas de media distancia, su intensidad defensiva para impedir la canasta rival o sus robos.

Un chico para todo. Y con personalidad. Si hay que jugársela, se la juega. No le pesa la responsabilidad a este nuevo y mejorado Marinkovic. Siempre dispuesto a dar la cara. A partírsela por el equipo. Y, para más inri, entonado en labores ofensivas. Muy, muy entonado.

Y es que en tan solo 22:44 minutos sobre el parqué anotó 22 puntos con unos porcentajes espectaculares –3/4 (75%) en tiros de dos y 5/8 (62,5%) en triples, más un pleno en libres (1/1)–. Magnífico.

De hecho, el jugador de Belgrado se llevó las felicitaciones de Sergio Scariolo al término del partido. “No hemos sabido defenderlo de ninguna manera”. Cierto. Marinkovic les hizo un roto en los momentos más decisivos del partido.

El balcánico fue el encargado de poner por delante por primera vez al Baskonia por delante gracias a un triple maravilloso (9-8) y después también jugó un papel notable en el segundo cuarto, cuando el equipo encarriló el duelo. Sin embargo, Marinkovic, que llegó al descanso con 8 puntos, destapó el tarro de las esencias en la segunda parte en la que anotó otros 14 puntos. Mágico. Al más puro estilo de Howard.