Diecisiete regiones europeas, entre ellas Catalunya, País Vasco, Comunidad Valenciana y las Isas Baleares, criticaron este miércoles que no se les ha implicado lo suficiente en el diseño e implementación de las medidas financiadas con los fondos de recuperación europeos y reclamaron a la Comisión Europea que facilite su participación.
Así se recoge en un informe elaborado por el grupo "Regiones para la Recuperación de la UE", que reúne a una treintena de regiones europeas de diez países lideradas por Cataluña y ha realizado una encuesta entre diecisiete de ellas en España, Italia, Alemania, Francia, Bélgica, Croacia, Austria, Finlandia y Eslovaquia.
"La principal conclusión es que la mayoría de regiones (...) no están adecuadamente implicadas en las reformas transformadoras financiadas por este Fondo", apunta el informe presentado hoy en Bruselas.
Con la excepción de la belga Flandes, la finlandesa Aland y Baja Austria, que aseguran que los gobiernos centrales les implicaron desde el principio en el diseño de los planes de recuperación, el resto señalan que no participaron en el diseño ni posterior implementación de los planes, con lo que los problemas derivados de su exclusión "han empeorado".
Los problemas destacados varían de un país a otro: en España es el escaso margen de maniobra para que las regiones planeen o prioricen ciertas políticas; en Francia, la competencia entre los fondos disponibles que genera un riesgo de solapamiento y confunde a los beneficiarios; y en Italia, la dificultad para prestar apoyo técnico a los participantes.
En general, menos de la mitad de las regiones encuestadas participa directamente en la negociación de los proyectos financiados con el fondo, la mayoría no tiene un papel central a la hora de elaborar las licitaciones; y algunos territorios, entre ellos Valencia y Catalunya, subrayan que el que existan diferentes organismos implicados dificulta que los potenciales beneficiarios conozcan las oportunidades de financiación.
Necesidades específicas
La mayoría insiste en que no se han tenido en cuenta las necesidades económicas y sociales específicas de su territorio y que el alto nivel de detalle de las licitaciones centralizadas limita el ejercicio de sus competencias.
Además, advierten del riesgo de solapamiento entre los fondos de cohesión y el Fondo de Recuperación, por lo que su primera recomendación a la Comisión Europea para paliar el problema es que se respete el principio de subsidiariedad y coordine adecuadamente la política de cohesión con el resto de nuevos instrumentos de financiación.
Le piden además que simplifique los requisitos para acceder al fondo de recuperación y proporcione más directrices a las regiones, con las que consideran que debería comunicarse directamente.
"En la mayoría de casos, el Fondo de Recuperación y Resiliencia ha sido implementado centralmente por cada estado miembro, pero las regiones europeas tienen la mayoría de competencias ejecutivas para lograr objetivos territoriales, lo que implica la necesidad de un paso adelante de la Comisión Europea para lograr mejores asociaciones entre Estados y regiones", dice el informe.
Esto permitiría suavizar las disparidades regionales y lograr el máximo beneficio de los fondos de recuperación, argumentan.
Por último, llaman a implementar un sistema de monitoreo de los planes que pueda ser adaptado a nivel regional, puesto que, si bien casi todas han aumentado los recursos para "lidiar con el reto" de absorber diferentes fondos, sienten que les falta acceso a las necesarias herramientas para medir su impacto.