Un grupo de sujetos armados ha abierto fuego este viernes en el interior de la sala de conciertos Crocus City Hall en el noroeste de la capital de Rusia, Moscú, dejando un balance provisional de 40 muertos y cien heridos, según adelanta el Servicio Federal de Seguridad.
Los atacantes han accedido al edificio vestidos de camuflaje y armados con metralletas y han realizado numerosas ráfagas de disparos contra civiles. Agentes de las fuerzas especiales de la Guardia Nacional de Rusia han sido trasladados hasta el lugar de los hechos, recoge la agencia TASS.
Las autoridades rusas han puesto en marcha una investigación ante lo que consideran es un atentado terrorista. El Servicio Federal de Seguridad ha adelantado que los datos preliminares apuntan al mencionado balance, si bien aún se llevan a cabo las acciones de investigación pertinentes.
Además se ha registrado un virulento incendio que consume cerca de un tercio del edificio, lo que ha provocado la intervención de servicios de Bomberos. Los equipos de emergencias también se han trasladado hasta el lugar y han logrado rescatar a un centenar de personas refugiadas en el interior.
Ataque terrorista
La Dirección Principal de Investigación rusa ha abierto una causa penal por un posible ataque terrorista, un extremo compartido por la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, que también ha apuntado a las posibles motivaciones terroristas del suceso.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo, por su parte, ha informado de que los cuatro principales aeropuertos de Moscú han reforzado sus medidas de seguridad con un control más exhaustivo de los grupos de entrada, así como en todo el perímetro de las instalaciones.
Este suceso se produce apenas dos semanas después de que la Embajada estadounidense en Moscú advirtiera de un riesgo "inminente" de ataque terrorista contra grandes concentraciones de personas en la capital rusa, recomendando a sus ciudadanos evitar aglomeraciones.
De hecho, desde Washington se ha pronunciado el portavoz de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, quien ha trasladado su apoyo a las familias de las víctimas. Además, ha señalado que "no hay indicios" de que Ucrania haya podido estar involucrada en el tiroteo.
En este sentido, la portavoz de la diplomacia rusa ha recalcado que si las autoridades de Estados Unidos cuentan con información sobre el suceso, deberían compartirla inmediatamente con el Kremlin.
Kiev niega cualquier implicación en la masacre
Ucrania negó a través del consejero del presidente del país, Volodímir Zelenski, Mijailo Podoliak, cualquier implicación en la masacre que se ha cobrado decenas de vidas en la capital rusa. "Por supuesto que Ucrania no tiene nada que ver con el tiroteo o las explosiones", escribió Podoliak en sus redes sociales.
El consejero presidencial agregó que "Ucrania nunca ha recurrido a métodos terroristas" para combatir a Rusia, y afirmó que ha sido "la propia Rusia" la que en otras ocasiones "ha atacado a sus propios ciudadanos para iniciar 'acciones antiterroristas' contra grupos étnicos que protestaban".
El consejero presidencial ucraniano predijo además que la masacre será utilizada por el Kremlin para "justificar los ataques manifiestamente genocidas contra la población civil de Ucrania".
Moscú suspende todas las actividades masivas
El Ayuntamiento de Moscú suspendió hoy todas las actividades masivas previstas el fin de semana en la capital rusa tras el ataque a tiros perpetrado en una sala del conciertos en las afueras de la ciudad.
"Tomé la decisión de suspender este fin de semana en Moscú todas las actividades masivas deportivas, culturales y otras", escribió el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, en Telegram
Sobianin, quien admitió varios muertos en el ataque perpetrado por un grupo de hombres con armas automáticas, pidió a los moscovitas que se muestren comprensivos ante su decisión.
Mientras, la agencia de aviación civil aseguró que en los aeropuertos de la capital se han extremado las medidas de seguridad.