Vecinos de Olabarrieta en Galdakao rechazan el nuevo catálogo de patrimonio

Algunas de las zonas habitadas más singulares de Galdakao surgieron y se desarrollaron en paralelo a la implantación de grandes empresas que dispararon la demografía en la localidad. Se puede decir que, en este caso, la industrialización dejó en el municipio ejemplos de soluciones modélicas para dar salida a la creciente demanda de viviendas con la construcción de chalets y casas bifamiliares y unifamiliares destinadas, por un lado, al personal cualificado (técnicos, ingenieros u oficinistas) y, también, a los obreros. Los ejemplos más claros fueron los de Zuatzu y Tximelarre –ligadas a la implantación de La Dinamita– y, años más tarde, Olabarrieta, vinculado a la cercana planta de Firestone y que, de hecho, es conocido popularmente como el poblado Firestone.

Estos tres ámbitos residenciales han sido incluidos en el nuevo catálogo municipal de patrimonio cultural a proteger de la localidad aprobado, con carácter inicial, en el pleno del 22 de diciembre. En este documento, impulsado por el equipo de gobierno de EH Bildu, Auzoak, Usansolo Herria y Podemos, la relación de inmuebles y construcciones a los que se ha asignado un nivel básico de protección pasa de los 14 elementos del listado anterior a los 67 “entre arquitectura religiosa, defensiva, rural o residencial, infraestructuras y edificios de servicios”, indicó, en aquella sesión, la concejala de Cultura, Olaia Parra, que puso, además, como ejemplo de especial relevancia la arquitectura industrial del municipio como es el caso de la colonia o barrio de Zuatzu. “Creado por la S.A. La Dinamita a finales del siglo XIX es el mejor ejemplo vizcaino de fábrica entendida como ciudad de trabajo y con un conjunto de servicios en su entorno entre viviendas, iglesia, escuela, economato, comedores o instalaciones deportivas”, destacó. Y, en todos los casos, el objetivo es “su protección, conservación y mantenimiento”, además de “dar a conocer a la ciudadanía nuestro rico patrimonio”

650 firmas en contra

Sin embargo, ya hay voces discordantes con esta iniciativa. Es el caso de los vecinos de Olabarrieta que, a través de una recién creada plataforma de afectados, ha recogido 650 firmas en contra de la inclusión de las 120 viviendas del poblado de Firestone en el catálogo. Su principal queja es “la falta de información y transparencia”, denuncia su portavoz. A su juicio, “si yo quiero vender algo y es bueno, se lo voy a contar a los interesados desde el minuto uno”, pero, en este caso, “a nosotros no se nos ha facilitado ningún tipo de información antes de la aprobación inicial del catálogo”, asegura.

Las firmas de apoyo van a ser entregadas hoy mismo en el registro de entrada del Ayuntamiento de Galdakao “y durante la mañana vamos a mantener también una reunión con el alcalde”, avanza. Su máxima preocupación son las consecuencias –derechos y obligaciones– que van a tener los propietarios de las viviendas que formen parte del catálogo. “Aquí viven muchas personas mayores con pensiones bajas y, entre otras cosas, temen no poder tomar ellos sus propias decisiones respecto a obras o reformas que quieran o tengan que hacer en sus casas”, explica. Desconocen, además, si la consideración de edificio a proteger afecta a actuaciones llevadas a cabo en el pasado que hayan supuesto la modificación de la imagen original del inmueble. “Hay gente que ha hecho garajes o añadidos con la correspondiente autorización municipal. O han cambiado los balcones, las ventanas… ¿Qué va a pasar con todo eso? ¿Se va a poder mantener?”, se pregunta una vecina.

Aunque ahora el consistorio ha puesto en marcha un proceso informativo, para los afectados “llega tarde, se nos tenía que haber consultado antes. Queremos que se paralice y que nos den soluciones”.