Los titulares de las viviendas de la finca del número 4 de la calle José Rufino Olaso de Trapagaran emprendieron hace seis años un expediente para solventar el problema de accesibilidad en el portal de su finca –en la que se encuentra un local de titularidad municipal– pensando en las personas con movilidad reducida y otras situaciones en las que las escaleras suponen una barrera arquitectónica que podía resolverse de manera adecuada y conforme al ordenamiento municipal.
Sin embargo, los 22 propietarios de esta céntrica finca, hartos de lo que señalan como negativas, dilaciones y escritos de la oficina técnica municipal -ante la que han presentado hasta tres proyectos diferentes- que se limita a plantear "opiniones y no matizaciones técnicas” a los proyectos de obra presentados en estos años por una arquitecta , han solicitado al Ayuntamiento de Trapagaran -a través de registro- y reiterado verbalmente en el último pleno municipal- una copia del expediente con el fin de hacérselo llegar tanto al Ararteko como al Consejo Vasco para la Promoción de la Accesibilidad.
“Ya no sabemos qué hacer para poder desbloquear esta situación ya que el proyecto que se plantea es similar a otras actuaciones que ha llevado a cabo el propio Ayuntamiento en espacios públicos y sin embargo parece que hay una animadversión a dar el visto bueno a esta opción que proponemos los vecinos”. Según destacan los residentes su propuesta tendría un coste de unos 15.000 euros -incluida la obra de accesibilidad en el interior del portal- frente a los cerca de 60.000 euros que supondría llevar acabo la de la propuesta municipal.
"Su propuesta es que eliminemos el escalón de entrada al portal, de 16 centímetros de alto, rebajando todo el portal la cota al nivel del acceso público a la finca. Algo que el Ayuntamiento nunca haría para mejorar la accesibilidad de los concejales en el pleno ya que para ello instalan una rampa móvil en vez de rebajar todo el salón .Es demencial", señalan.
En este sentido los vecinos reseñan las actuaciones realizadas por el ayuntamiento entorno al Euskaltegi, donde se ha recrecido la acera para mejorar el acceso, o en la Agencia de Desarrollo Local donde se creó una rampa de uso obligativo de los transeúntes -salvo que crucen de acera o vayan por la carretera- cuando se dirigen hacia el colegio de La Escontrilla, al ambulatorio o al centro del pueblo.

El Ayuntamiento de Trapagaran hizo una rampa similar en la ADL
"Nuestro porche tiene una servidumbre de paso público ya que junto al portal hay un local municipal que en su momento acogió a la oficina técnica mientras se hacían obras en el Ayuntamiento y luego fue un local de formación pero ahora es un espacio residual cuyo acceso no se vería entorpecido ni dificultado por nuestra obra de accesibilidad ", señala Carlos Lara, portavoz de esta comunidad en la que hasta hace unas semanas vivía una persona de 103 años.
"Todos nos vamos haciendo mayores y por ello creemos que es sentido común abordar esta mejora de la accesibilidad para todos los vecinos. El expediente lo pedimos en febrero y aún estamos a la espera. En cuanto lo tengamos se los remitiremos al Ararteko porque creemos que nuestra propuesta, elaborada por una profesional, es legítima y cumple con la normativa urbanística". remarcan.