Con la vuelta del turismo de masas en Italia, después de dos años de ausencia por la pandemia, vuelven los problemas a la frágil Venecia, donde a partir de este verano se pondrá a prueba un sistema de reservas para poder entrar en la ciudad de los Canales como adelanto a la introducción de la entrada obligatoria en 2023.
Tras la llegada de unos 400.000 turistas a la ciudad durante las vacaciones de Semana Santa, el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, anunció la puesta en marcha antes del verano de una plataforma informática en la que se tendrán que registrar todos aquellos que quieran acceder al centro histórico.
El regidor explicó a los medios locales que inicialmente no habrá penalizaciones o se prohibirá la entrada a quien no haya reservado, pero "a aquellos turistas que hayan realizado reservas se les facilitará el acceso y compra de entradas para museos y transporte público,y pasarán por delante de los que no han reservado".
De la reserva estarán exentos los turistas que opten por pernoctar en hoteles venecianos. "Este es el camino correcto. Seremos los primeros en el mundo en esta difícil experimentación", añadió Brugnano en declaraciones al Corriere del Véneto.
El objetivo de la administración municipal es saber siempre, en tiempo real, cuántas personas se encuentran al mismo tiempo en las calles del centro histórico y poder actuar en consecuencia.
"Una revolución que hoy ya hacen los museos, pero ninguna ciudad. Empecemos de forma experimental, porque serán necesarios ajustes. Esto ya lo sabemos, pero es el único camino a seguir", explicó el concejal de Turismo, Simone Venturini.
De esa forma se preparará la introducción en 2023 del acceso con entrada obligatoria al centro de la ciudad, que ya en el pasado experimentó un sistema de entrada a través de tornos.
En el centro de Venecia, donde quedan cerca de 40.000 habitantes, se alojaron el pasado Viernes Santo entre el Lido y el área histórica más de 100.000 personas, sin contar los que pasaron sólo el día y durmieron en las localidades a las afueras de la Laguna, como Mestre.
El presidente de la región de Venecia, el Veneto, Luca Zaia, aseguró que los visitantes "son siempre bienvenidos", pero que con la llegada de nuevo del turismo masivo el debate sobre la protección de Venecia y la gestión de accesos se vuelve a abrir.
"La visita a Venecia debe garantizarse a todos", pero establecer un sistema de reservas puede ser un buen modelo, añadió Zaia.
La asociación de los empresarios, Confesercenti, en Venecia aplaudió la iniciativa de "comenzar de inmediato con las reservas como una herramienta de incentivo para un turismo de calidad, pero no como una obligación".