Jose Mari Kortazar, cura encargado de las parroquias de varios pueblos de Arratia (Arantzazu, Artea, Igorre y Zeanuri) durante los últimos doce años, se está empezando a despedir, poco a poco, de sus feligreses del valle ante su inminente traslado a la zona de Urdaibai y Lea-Artibai para seguir ejerciendo su labor pastoral como vicario del Obispo Joseba Segura. Muy involucrado, durante este periodo, en parte de la vida social y cultural de la comarca, el sacerdote dice adiós dejando como impronta de su paso y trayectoria en estos pueblos con la publicación de una antología de sus versos. Una sencilla obra literaria de 92 páginas que recoge una selección de sus composiciones, “que se han cantado y utilizado en misas y celebraciones, efemérides y reuniones del valle”, explica.
El título elegido por su autor para la obra, Ez dona hamahiru (No hay trece, con interlocutor femenino), hace referencia a un dicho popular vasco, pero en este caso también lo utiliza para aludir a que ya no va a alcanzar los trece años como cura en estas acogedoras y sencillas parroquias. “Son una selección de 44 poemas, todos preparados para ser cantados y han sido escogidos con mimo entre todos lo que he ido componiendo para la vida de estas parroquias y del valle de Arratia”, precisa Kortazar. En este sentido, el cura incide en que el mensaje del evangelio, al igual que los salmos en la Biblia, se presenta para ser cantado o recitado en comunidad o utilizado personalmente y ese el sentido y la utilidad que quiere dar a su antología de versos.
Diez capítulos
Los versos incluidos en Ez dona hamahiru se extienden a lo largo de diez capítulos divididos por temáticas. Los cuatro primeros hacen mención al ritmo o estaciones del año “desde otoño a verano”, precisa. Los tres siguientes ahondan en destacados aspectos de la vida de los pueblos de valle y en los que, al igual que sus vecinos, Jose Mari Kortazar ha participado o, incluso, se ha implicado activamente. En este apartado, por ejemplo, hay poemas dedicados a poner en valor la labor de Cáritas Arratia y de sus voluntarios, entidad que en 2021 conmemoró sus 25 años de actividad solidaria en la comarca y que, entre otras muchas cosas, organiza el festival solidario del Día del Pobre para recaudar fondos dirigidos a una causa benéfica. Un evento que ha servido también de inspiración a Kortazar, puesto que aparece reflejado en este libro de versos. Tampoco se olvida el autor de otras asociaciones y grupos de Arratia y de tradiciones tan arraigadas y tradicionales como la jornada de rogativas al Santuario de Urkiola que, desde tiempo inmemorial llevan a cabo las parroquias del valle de Arratia el sábado siguiente a la celebración de San Antonio de Padua.
Y los tres últimos capítulos, explica el párroco, son “más personales, en tono místico y oracional o reflexiones sobre pasajes de la Biblia”. Fuera del libro Ez dona hamahiru han quedado, sin embargo, los versos que ha ido componiendo y dedicando a santos y ermitas, “puesto que ya han sido recogidos y publicados anteriormente en otras obras”, precisa.
A lo largo de las 92 páginas del libro aparecen, también, para acompañar e ilustrar los versos, un total de diez fotos a todo color del valle de Arratia, gracias a la colaboración altruista de Jon Urutxurtu, de Zeanuri, y Esther Zuluaga, de Arantzazu. Esta obra literaria pretende ser, en palabras de su autor Jose Mari Kortazar, un gesto de agradecimiento al pueblo creyente de Arratia”, y suma ya el número 17 de la colección Arratia. “Es una forma sencilla y cariñosa de decir Eskerrik asko, Arratia! por estos doce años de caminar juntos” termina des explicar el párroco.
Y es un sentimiento compartido, puesto que la comunidad de feligreses del valle está mostrando también su cariño y respeto hacia quien ha ejercido, tanto tiempo, la labor pastoral en las parroquias de Arantzazu, Artea, Igorre y Zeanuri. Así ocurrió, de hecho, el pasado 18 de junio cuando, durante el oficio religioso en el Santuario de Urkiola, feligreses del valle expresaron su agradecimiento con aplausos y versos a los curas Agustín Ortiz y Jose Mari Kortazar, a quienes después de haber colaborado, un año y doce años respectivamente, con las parroquias del valle, les llega el momento de decir adiós. Y a buen seguro que harán lo propio con el autor del libro Ez dona hamahiru el próximo 31 de julio, ya que oficiará la tradicional misa en honor a San Ignacio a mayor altura de Bizkaia, la que tiene lugar en la ermita de Nuestra Señora de las Nieves.