Ángel Viadero es en Sestao un hombre de la casa. Lleva al River en las venas y buena prueba de ello es que regresa nueve años después. Santanderino de 55 años, es sobradamente conocido en el mundo de los banquillos. De hecho lleva más de dos décadas sin parar, de un lado para otro. Su última estación previa al retorno, Lleida.
En la capital de la Terra Ferma ha brillado durante el año y medio que ha estado, salvando al equipo del descenso a Tercera Federación, y en esta segunda temporada lo ha clasificado para los play-offs de ascenso a Primera RFEF, no pasando del primero al caer con el Yeclano.
Viadero vuelve a hacerse cargo del vestuario de Las Llanas con el recuerdo del cariño que se llevó de toda la gente verdinegra tras dos grandes años, especialmente el primero. Aquella temporada en la que, campeón de grupo, nada menos que Albacete Balompié y Nástic de Tarragona se cruzaron en el camino para impedir el 'milagro' de ascender a la Segunda División A. Quién no recuerda aquel equipo que funcionaba a las mil maravillas, con los Raúl Domínguez, Cabero, Esnaola, Diamanka, Gerardo, Álex García, Silas y el incombustible ariete Jito a las órdenes del míster cántabro.
El elegido por la nueva dirección deportiva comandada por Matías Lizarazu surgió de las categorías inferiores de su Racing, dirigiendo seis años al filial, y ha pasado por otros clubes tan diversos como Ponferradina, Eibar, Pontevedra, Noja, Burgos y, últimamente, Atlético Tetuán, Melilla y la ya referida en Lleida.
"Encantado de volver a oler Las Llanas y volver a ver gente de la que tengo muy buenos recuerdos, recuerdos increíbles, de los dos años aquí con una afición entregadísima". Son las primeras declaraciones a ONDA VASCA tras ser presentado, junto a Lizarazu y el presidente Ángel Castro en la sala de prensa del municipal de Las Llanas. "Después de tantos años de profesión con grandes victorias que has vivido, si tuviera que definir una victoria fue aquel año en el que dimos muchísimo más de lo que pudimos haber soñado. Son las grandes victorias las de los deportistas con el reconocimiento de un pueblo".
En cuanto a la conexión surgida con su nuevo director deportivo, también recién llegado a la casa, "me sorprendió su llamada y mucho más conocerle en persona. Matías es rapidísimo, inteligente y sabe lo que quiere del River. Creo en la gente joven y en los buenos, como él. Su conversación me ha llenado de ilusión para ayudarnos e intentar hacer un gran año en el River", le ha comentado el entrenador verdinegro a José Manuel Monje en 'La Movida Deportiva'.
De Viadero destaca su alto grado de exigencia tras tantos años de carrera futbolística. Para él la clave es "ser capaz de inspirar, ilusionar y contagiar a los jugadores. La diferencia entre la suerte y la buena suerte es que con la suerte te toca la lotería, y con la buena suerte es trabajar día a día y llegar a buen puerto".
Recogiendo el testigo dejado, tras tres grandes años, dejado por Aitor Calle, nuevo técnico del Numancia, Viadero habla de que Sestao "es un campo, un estadio y un club especiales, y hay que tener jugadores que sea adapten a su idiosincrasia. Es un club honrado pero fiable y tiene algo que a los futbolistas puede ayudar y mostrarse en un pueblo con mucha solera de fútbol. Los ritmos del mercado los va a llevar Matías, cada paso va a estar avalado por mí. El mercado cántabro entra dentro del nicho del River, trataremos de explorar todo lo que pueda entrar" para una temporada, en la que, con otros tres vizcaínos, Amorebieta, Barakaldo y Bilbao Athletic, va a prevalecer "la sana rivalidad que hay aquí, y que va a permitir que haya una afluencia que va a potenciar el fútbol de Euskadi. Va a ser una liga muy bonita".
Lizarazu: "Ángel es el perfil que gusta al club y la afición"
Matías Lizarazu también tiene, como Jabi Luaces en el despacho deportivo del Amore, el teléfono móvil echando humo estos días."Me identifico plenamente con él. Hay que atender muchísimas llamadas, estar 24/7 y atento a todo, tomar buenas decisiones en base al proyecto que queremos construir".
"Ángel es un perfil que gusta al club y a la afición del River. Que tengamos un entrenador cántabro puede permitir que el jugador de allí se identifique con el club. Considero fundamental crear una familia en el vestuario, y que la gente que venga a vernos se sienta identificada y sepa que el equipo va a transmitir", subraya Lizarazu.
El presidente Castro, optimista
Por su parte, Ángel Castro confía en que para los riverzales sea "una temporada muy bonita con estos dos fenómenos. Tenemos un año de experiencia en Primera RFEF y el sentimiento a un escudo que nos da puntos".
"Tenemos el hándicap del presupuesto que no es muy boyante, pero vamos a competir con las armas que tenemos, y a partir del 15 de julio vamos a entrenar con un campo totalmente nuevo, un campo propio para poder entrenar", apostilla el presidente.