Víctor Bregaña, enfermo crónico pluripatológico, sufre 22 enfermedades diferentes y algunas “son muy difíciles”, explicó este miércoles en la comisión parlamentaria. Residente en Pamplona, tuvo cáncer de hígado que, al juntarse con un problema de tiroides, le tuvieron que operar el hígado, “tengo un hígado nuevo” explicó; tiene inmunodepresión, es diabético, insulinodependiente, también tiene una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) muy grave, vértigos y arterioesclerosis, entre otras cosas.
Además, también tuvo un problema en los riñones y “me los fueron a transplantar en Valdecilla. Las dos veces que me quisieron transplantar, estaba el órgano estropeado y no sirvió de nada; vuelves decepcionado cuando viajas ilusionado a por tu riñón”. Así, se encuentra en diálisis, “que me sienta fatal”. Entonces, él se encontraba el primero en las listas de espera, y cuando iba a operarse por tercera vez el riñón, le descubrieron dos cánceres de pulmón. Ahora mismo se encuentra tratándose de los cánceres de pulmón y a la espera de que le operen las piernas, “y no sé cuando me operarán el riñón”, lamentó.
A pesar de este cuadro clínico, Bregaña no ha perdido el humor y explicó cómo el farmacéutico de su barrio es la persona más contenta de las veces que acude allí para comprar. Sin embargo, también señaló ciertos problemas a los que se enfrenta al ser alguien que debe acudir a diferentes especialistas.
“Conozco bastante bien la sanidad por dentro, porque la vivo. Tengo médicos a batalla, y los que hay en Navarra, son extraordinarios, fantásticos”, explicó. Así, Bregaña reconoce la cercanía tanto de los doctores como de las enfermeros. Sin embargo, la parte contraria son las listas de espera.
La media de edad de un navarro son 45 años, Bregaña tiene 62 y él mismo asume que “me queda muy poco, lo importante es solucionar los problemas “para vosotros. Os quedan 10 años para llegar a una etapa de listas de esperas interminables”. Así, denuncia que la sanidad está coordinada por médicos y no por gestores que sepan economizar de forma óptima los recursos existentes.
Por tanto, para las personas con enfermedades crónicas como Bregaña, las listas de espera son “dolor”, un día y otro, y después la frase más odiada para muchas personas, “ya le llamarán”.