Vida y estilo

Víctor Elías habla sobre su relación con la reina Letizia

El actor y músico presenta su biografía #Yo Sostenido, donde narra su lucha contra las adicciones y su camino hacia la recuperación, acompañado de Fran Perea
El actor y músico Víctor Elías.
El actor y músico Víctor Elías. / Javier Ocaña

Víctor Elías es ampliamente reconocido por su papel como Guille, el hermano mediano de Los Serrano. Sin embargo, más allá de la actuación, el madrileño se ha consolidado como músico y director musical. Hace un par de años, compartió con Fran Perea, su inseparable hermano en la recordada serie de Telecinco, la idea de crear una obra de teatro que narrara su difícil infancia y adolescencia. Durante ese período, mientras su carrera como actor despegaba, Elías enfrentó una dura batalla contra las adicciones, al igual que sus padres. Ahora recuperado, decidió plasmar esa etapa de su vida en un proyecto artístico. Perea no lo dudó y, confiando plenamente en la propuesta, encargó el libreto al dramaturgo Pablo Díaz Morilla. De la obra teatral surgieron ocho canciones compuestas por Elías y un libro titulado #Yo Sostenido: Historia de un juguete casi roto (Editorial Planeta, 2025), una biografía escrita junto a Díaz Morilla.

¿Cómo surgió la idea de escribir el libro? 

-Hace un par de años decidí que quería volver a actuar y contar mi historia, todo lo que me había pasado en la vida. Hablé con Fran Perea, porque ¿quién mejor que él para dirigir este proyecto? Así nació la idea de montar una obra de teatro en los Teatros Luchana, en Madrid, con una planificación inicial de dos meses. Empezamos sin grandes expectativas, pero en poco tiempo nos encontramos llenando la sala en cada función. Los dos meses iniciales se convirtieron en una renovación, y ahí fue cuando Editorial Planeta se interesó en el proyecto. Vieron que la historia tenía mucho más que ofrecer, más allá de lo que se contaba en el escenario, y me propusieron escribir un libro. No podía dejar pasar esa oportunidad. Es uno de esos trenes que pasan pocas veces en la vida, y supe que tenía que subirme.

¿Qué significa el título? 

-Yo Sostenido es una forma de describir cómo me he sentido toda mi vida. Queríamos jugar con el término musical y, al mismo tiempo, con la fortuna que he tenido a lo largo de mi trayectoria. Me considero una persona profundamente agradecida. Cuento esta historia desde ese lugar de gratitud, porque reconozco que he tenido mucha suerte. Tuve la oportunidad de formar parte de Los Serrano, donde un equipo maravilloso me cuidaba, y también de contar con una familia que siempre me ha protegido y apoyado. Al final, hablo desde la perspectiva de alguien afortunado, porque, tristemente, lo que viví le sucede a muchas personas que no tienen los mismos recursos o el apoyo que yo tuve. En mi caso, he tenido el privilegio de contar con un altavoz y sentirme sostenido en los momentos más difíciles.

El libro también cuenta música... 

-Son ocho canciones, al igual que el libro, que está dividido en ocho actos, y cada canción está asociada a un acto en particular. La idea es que el lector pueda escuchar la canción al inicio de cada capítulo para sumergirse más en el ambiente del acto y conectar mejor con la historia.

¿En qué momento se hizo adicto a la cocaína? 

-Tenía alrededor de veinte años. Todo empezó con un día en el que alguien te ofrece probar, luego otro día, y otro más… Y, al final, terminas diciendo que sí.

¿Le dio vergüenza contarlo? 

-Al principio me dio muchísima vergüenza. Cuando empezamos con la función, sentí muchos miedos. Sin embargo, a medida que avanzaba, me di cuenta de algo importante: no estamos solos. Lo he podido comprobar en los grupos a los que asisto, donde he visto que hay muchísima gente que vive situaciones similares. El problema es que hay muy poca concienciación sobre este tema. Este no es un libro de autoayuda ni pretendo dar consejos, porque sé que cada caso es único, pero sí es cierto que, en mi experiencia, si no hubiera tenido tanta vergüenza de hablar sobre mis padres en tercera persona y sobre lo que yo mismo viví en primera, tal vez me habría ahorrado un par de años de sufrimiento. Esos años fueron los más difíciles, porque es cuando te das cuenta de que todo el mundo sigue adelante, mientras tú sientes que eres el único que no sabe cómo parar.

Se encuentra en recuperación desde hace un tiempo, ¿cómo lo lleva?

-Hoy en día lo llevo bien, pero la realidad es que, por desgracia, una adicción es una enfermedad para toda la vida. Además, se la conoce como la “enfermedad del olvido” porque, con el tiempo, tiendes a olvidar su gravedad. Llegas a pensar que puedes consumir algo de nuevo sin riesgos, pero no es así. Es una enfermedad especialmente complicada porque se manifiesta de muchas maneras. No se limita solo al consumo de sustancias; por desgracia, puedes volverte adicto a muchas otras cosas: la comida, el sexo, las redes sociales, el trabajo. Se trata de entender que, cuando sufres una adicción, necesitas estar más atento a ti mismo y a las señales de alerta que puedan indicar que algo te está afectando más de la cuenta. Al final, es una enfermedad mental en la que el consumo es solo la punta del iceberg. Detrás de él hay inseguridades profundas: el miedo excesivo a desagradar, la baja autoestima, la ansiedad, las depresiones, o incluso problemas derivados de una desestructuración familiar. Todo eso genera un impulso constante de escapar, y muchas personas lo hacemos a través de diferentes sustancias o comportamientos. Cuando lo comento siempre intento insistir en esto: no se trata solo de beber o consumir drogas. También hay comportamientos que parecen aceptables, pero que no son saludables, como depender del ejercicio en exceso para ser feliz. Al final, lo importante es encontrar un equilibrio y cuidar de nuestra salud mental en todas sus formas.

Cuando sufres una adicción, necesitas estar más atento a ti mismo

¿Teme recaer?

-El miedo siempre está presente, pero por suerte he aprendido a gestionarlo a través del trabajo constante. Ahora, cada mañana, dedico un momento a evaluar cómo me siento y si estoy preparado para afrontar el día. Si detecto que no lo estoy, no dudo en pedir ayuda para protegerme y cuidar de mí mismo. Esa es una de las claves que me ha permitido avanzar y mantener el equilibrio.

¿Sus compañeros de Los Serrano estaban al tanto?

-Sí, todos eran conscientes de lo que me estaba ocurriendo. 

¿Alguno se volcó más que otro? 

-Todos se volcaron por igual, y de ahí viene ese “sostenido”. La verdad es que me apoyaron muchísimo. Todos fueron parte fundamental para que yo estuviera bien y para que aquel plató se convirtiera en mi refugio. Ese apoyo no se quedó en el pasado, sino que ha perdurado. Sigo manteniendo relación con todos, no solo con los actores, sino también con personas de dirección, producción… Es una suerte enorme, inmensa, y me siento profundamente agradecido por ello.

¿Ha sido Fran Perea un gran apoyo en su vida?

-Sí, siempre digo que Fran es ese hermano mayor que, como menciono en el libro, pedí por Reyes y que finalmente llegó.

En su libro cuenta que cuando estudiaba en el instituto pasó una etapa de “chico malote”. ¿Cree que esto le ayudó a superar el bullying que sufrió anteriormente en otros centros donde se educó? 

-La verdad es que no lo sé. Lo que sí creo es que, al final, lo que me mostró esa experiencia es que, aunque por supuesto el bullying afecta profundamente a la víctima, también es importante ver que el niño que lo hace está viviendo algo. Muchas veces no pensamos en el agresor, no nos preguntamos por qué ese niño actúa de esa manera. En mi caso, cuando lo hacía, era porque ya lo había sufrido y porque estaba pasando por algo muy serio en casa. Era una forma de comportarme, una especie de coraza para protegerme. No sé si eso me ayudó a superarlo o no, pero sí creo que un niño no nace con la intención de hacerle bullying a otro. Siempre hay algo detrás, algo que está moviendo ese comportamiento.

Posteriormente al instituto estuvo en un internado, ¿cómo recuerda aquella época?

-Los internados tienen su parte positiva, como el hecho de estar rodeado de tus compañeros y, con el tiempo, hacer buenos amigos. Sin embargo, no deja de ser un lugar donde un chico está encerrado, dependiendo de las circunstancias. No lo recuerdo como algo especialmente malo, pero tampoco como algo particularmente bueno. Fue una experiencia difícil, sin duda, pero también tenía la suerte de poder salir para grabar la serie, lo que me permitió desconectarme de esa rutina. No viví el internado como la experiencia típica de estar allí de lunes a domingo. Sin embargo, lo que sí sufría un poco era no poder salir los fines de semana, ya que por ser un “pieza”, como me llamaban, no me dejaban salir. Aunque, en general, no lo viví como ese internado tradicional.

También, cuenta en su libro que le dieron una paliza en la plaza Dos de Mayo, en el barrio de Malasaña, en Madrid. ¿Cuál fue el motivo?

-Creo que me pegaron porque les molestaba quién era, que salía en la tele, o simplemente porque querían interactuar de alguna manera. Habría que entender qué había detrás de ellos, qué les estaba pasando en sus vidas, y qué pasaba por sus cabezas en ese momento. 

¿Se considera un juguete roto?

-No, tengo la suerte de poder contar esta historia, la de un “juguete casi roto”, porque encontré una pasión muy pronto en la música, algo que me sacó de todo lo demás y me ayudó a olvidarlo un poco. Al final, el juguete roto no es la persona en sí, sino la forma en que nos ven los demás. Son ellos quienes te señalan. Luego, hay otros casos de compañeros que han pasado por situaciones aún más duras, pero bueno, ese ha sido mi caso.

¿Hay algún recuerdo que quiera olvidar? 

-Cambiaría algunas cosas, errores que cometí, pero al final, todos esos errores me han llevado hasta aquí. Así que, pensándolo bien, no cambiaría nada. 

¿Se siente valorado como músico? 

-Sí, la verdad es que sí. A día de hoy, me siento muy valorado y muy afortunado. Vivo de la música, y eso ya es el mayor éxito que uno puede lograr. Me siento realmente feliz con todo lo que he conseguido.

Su mujer, Ana Guerra, ¿es su gran apoyo?

-Es un gran apoyo. De hecho, con el disco, ella ha estado a mi lado en cada nota. Es la familia que he elegido y con la que he decidido crecer. 

Muchísima gente le conoce como Guille, el de Los Serrano, ¿esto le molesta?

-No, para nada. Al contrario, es un orgullo haber formado parte de una serie que, sin duda, estaba muy bien hecha y que, incluso hoy en día, sigue viéndose y recordándose.

Es primo segundo de la reina Letizia. ¿Tiene relación con ella? 

-Ahora, no mucha, la verdad. Tengo la típica relación que se tiene con un primo segundo. Hace tiempo que no la veo, pero, como te digo, es esa relación en la que no lo ves, pero sabes que está ahí.

2025-02-10T08:57:06+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo