Es habitual que los encuentros entre el Bidasoa y Anaitasuna sean igualados, cada balón una conquista y que la incertidumbre se instale hasta los minutos finales. Sin embargo, en esta ocasión los irundarras dejaron a los de Quique Domínguez hechos un mar de dudas, no por el hecho de perder sino por la amplitud del resultado final (36-24). La defensa volvió a ser clave en la victoria guipuzcoana y fue el cuadro navarro quien pagó los platos rotos, porque no encontraron el modo de imponerse en ninguna de las dos áreas. Casi desde el inicio del encuentro, el equipo de Cuétara enfiló la proa hacia la portería de Juan Bar que se lució en varias paradas, pero no fueron suficientes para frenar a una escuadra que se impuso desde el segundo parcial para lograr amplias ventajas. Lo siete goles (17-10) en tiempo de descanso reflejaban con claridad el tránsito del encuentro.
Los navarros manejaron todas las opciones, desde la defensa individual, hasta la profundidad en los laterales. Ello conllevaba dejar espacios atrás que no desaprovecharon ni Julen Aginagalde o Matheus, los pivotes ante la ausencia de Ander Ugarte.
El comienzo del segundo tiempo no fue diferente. El Anaita se mantenía vivo gracias al acierto de Carlos Chocarro en el lanzamiento desde los siete metros y a las terminaciones de Xabier González (21-15,23-17). Ahí se acabó todo, porque el guardameta amarillo. Skrzyniarz seguía moviendo las aspas de su particular molino con un espectacular porcentaje de aciertos, y en el ataque los de Artaleku resolvían en cualquier posición.
El marcador no suele traicionar y refleja lo que sucede en el parqué. Con un cuarto de hora por delante (27-18) no quedaba mucho por decidir. En el trantrán del juego, el Bidasoa se sentía muy a gusto y Anaitasuna añoraba que se terminase cuanto antes, porque no les salía nada y la conquista de puntos era imposible (30-20, 33-21, 35-22). Víctor Rodríguez, lesionado desde la segunda jornada, volvió al equipo local, le dio tiempo para marcar un gol y es uno más para Jacobo Cuétara. Lo mismo que el joven Urruzola, que se estrenaba con su primer tanto. Probablemente, al conjunto de Quique Domínguez le pesaron mucho las ausencias. Seguro que no esperaban un partido así, ni tampoco a un Bidasoa en plan efervescente. Desde la derrota en Logroño, el conjunto guipuzcoano ha protagonizado dos actuaciones solventes. Le vendrán bien para visitar al Fuchse Berlín el próximo martes en competición europea.
DATOS DEL PARTIDO:
BidasoaIrun 36
Anaitasuna 24
BIDASOA IRUN Jakub Skrzyniarz (Harbaoui), Cavero (3), Mikel Zabala, Eneko Furundarena (2) Julen Aginagalde (5), Mitic (5), Jon Azkue (3, 2p), Tom Tesoriere, Julen Mujika (5), Matheus da Silva (4), Gorka Nieto (2, 1p), Asier Nieto (4), Julen Urruzola (1), Víctor Rodríguez (1) y Dariel García (1).
HELVETIA ANAITASUNA Juan Bar (Cancio), Edu Fernández (2), Martín Ganuza (1), Ibai Meoki (3), Aitor García (3), Ernesto Goñi (1), Carlos Chocarro (5, 4p), Xavi González (5,2p), Mikel Redondo (1), Julen Elustondo (1), Joao Pinto (1), Nico Bonanno (1), Javier Castro, Álvaro Gastón.
Marcador cada cinco minutos 3-3, 8-4, 9-4, 11-6, 14-8, 17-10 (descanso), 20-13, 23-17, 27-18, 31-21, 34-22, y 36-24.
Árbitros Ausás Busquets y Florenza Virgili (comité catalán). Exclusiones de Mitic (2), Dariel García, por el Bidasoa; Chocarro y Xabier González, por los navarros.
Estadio Partido disputado en el polideportivo Artaleku de Irun.