San Ignacio 2
Padura 0
CD SAN IGNACIO Carbajo, Uzal, Sugoi, Fernando, Markel (Asier, 45), Quintana, Franco (Gorka, 80´), Guayo, Iker (Ekaitz, 62´), Beñat y Borja (De Oliveira, 85´).
CD PADURA Fano, Urtzi, Delcura, Jonan, Ramírez, Aritz (Basaras, 71´), Gonzalo, Abella (Ramos, 71´), Iker, Txaber e Iñigo (Beñat, 78´).
Goles 1-0 (88´) Gorka. 2-0 (89´) Ekaitz.
Árbitro Bilal Jebari (Colegio vasco). Tarjetas amarillas a los locales Sugoi, Ander Franco, Koldo, Markel y Jon y a los visitantes Ander, Iker y Jon Ander.
Campo Adurtzabal.
El San Ignacio jugó con fuego en el estreno frente al Padura, pues los únicos dos goles del encuentro –obra de los locales– se produjeron al final del encuentro y gracias a los reservas. No terminó de estar cómodo en ningún momento el conjunto vitoriano en la primera mitad, por culpa del gran empeño defensivo de la zaga del Padura, que apenas dejó huecos y San Ignacio se tuvo que conformar con llegadas aisladas. En el segundo acto, el partido se abrió algo más, con ambos conjuntos volcados en ataque, especialmente el San Ignacio, que no quería dejarse puntos ante su hinchada, y gracias a una genialidad de Aitor, que introdujo tres cambios claves, el desenlace fue el deseado por parte del conjunto de Álava. Dos goles en los minutos 88 y 89, le dieron una sufrida y trabajada victoria a los locales, y les sirve para recordar que en la Tercerea RFEF no existe partido fácil.
Después de un primer acto en el que las ocasiones brillaron por su ausencia, aunque ambos porteros intervinieron bien, y donde reinó el juego de posesión en el centro del campo –sobre todo de los locales, aunque sin peligro para los visitantes–, en el segundo tiempo, Gorka Y Ekaitz, dos hombres que habían salido al campo hacía poco rato, le dieron la victoria a los de Aitor, con dos grandes tantos. Los locales, aprovechando el cansancio del Padura, supieron encontrar la frescura y la clarividencia que requería el envite en un momento en donde las piernas tiemblan. San Ignacio, rey del alambre.
El Aurrera se estrena sin premio
CD Basconia 2
Aurrera 1
CD BASCONIA Oier; Asier Santamaría, Sollano, Aimar, Iker Varela (Arenal, 76´), Álvaro Marín (Ibai, 64´), Carliño (Santaolaya, 86´), Wibuala, Mikel (Arrizabalaga, 64´), Ibon Ignacio y Palacín (Irizar, 76´).
AURRERA DE VITORIA Julen Barria; Terrazas (Lur, 82´), Joel (Jon, 60´), Mikel González, Abel (Zubizarreta, 60´), Aritz (Aitor Muñoz, 75´), Asier Iturritza (Ander, 60´), De Azua, Martín, Hodei y Aaron.
Goles 1-0 (40´) Aimar Duñabeitia. 2-0 (43´) Ibon Ignacio. 2-1 (65´) De Azua.
Árbitro Asier Bañares (Colegio vasco). Tarjetas amarillas a los locales Iker, Álvaro, Aimar y Arrizabalaga y a los visitantes, Yeray y Aitor.
Campo Artunduaga, 300 espectadores.
Basconia y Aurrera se vieron las caras en la primera jornada del grupo vasco de la Tercera Federación, en un encuentro bastante entretenido, a pesar de que no hubo muchas ocasiones y donde el conjunto local sufrió para llevarse los tres puntos en el Artunduaga por dos tantos a uno. La primera mitad se jugó prácticamente toda en el campo del conjunto vitoriano, sorprendido por el ímpetu local. El Basconia obligaba a recular al Aurrera y a perder la pelota con facilidad.
Pese al esfuerzo defensivo, antes del descanso llegaron los goles locales. El primero en el minuto 40, obra de Aimar y el segundo en el 43, por medio de Ibon Ignacio. En la segunda parte los cambios que introdujo el técnico sobrepasada la hora de juego, refrescaron el encuentro y en el 65, el nueve del equipo recortó distancias. Pero no fue suficiente. El marcador no se movió más. Pese a que el conjunto visitante fue con todo a por el empate, el Basconia se mostó muy sólido en defensa y sólo a través del balón parado y con algún acercamiento lateral pudieron dañar al rival. El esfuerzo y la resiliencia no tuvieron recompensa en el día de ayer.
Así pues, el conjunto vitoriano, cosecha la primera derrota de la temporada, aunque la imagen dada es buena, el entrenador es consciente de que hay cosas que mejorar, aunque ganar a domicilio en Tercera RFEF nunca es fácil. La próxima jornada, pese a que se disputa en su casa, se presupone reñida, pues en la jornada dos tendrá lugar el derbi vitoriano.