Victoria y respiro para Osasuna Magna

Tocó sufrir, pero con recompensa. Osasuna Magna se llevó este sábado tres puntos en casa ante el colista, el Levante, que literalmente le dan vida. Primero, porque es una victoria que le permite respirar en la clasificación; segundo, porque le aleja más de esa zona peligrosa del descenso; y tercero, porque abre una considerable brecha de ocho puntos con los valencianos que, salvo milagro, están abocados al desahucio.

Después del varapalo en Córdoba previo al parón, el Xota partía de nuevo de la línea de salida. Necesitaba ganar, reafirmarse, retomar la dirección positiva y dar una alegría a una afición que este sábado respondió con creces a la llamada de urgencia del equipo.

Enfrente, un Levante necesitado al que quizás se le presuponía más mordiente debido precisamente a su condición de farolillo rojo, si bien gozó también de momentos de peligro. Con todo, los navarros dominaron más el juego y la posesión, y como ya es historia repetida, desperdiciaron ocasiones que les habrían proporcionado un triunfo más holgado.

Las primeras llegaron del Xota, sin Andrés Geraghty por lesión, y más en concreto de Carlos Vento. El internacional venezolano se lanzó a inaugurar el marcador a los tres minutos. Primero con un disparo que cruzó demasiado con su pierna derecha y poco después con una oportunidad que se sacó del sombrero tras una buena presión sobre el meta Fede.

El Levante presionaba alto, tratando de evitar la salida de balón de Osasuna, y tardó cuatro minutos en acercarse con peligro real a la portería de Asier. Fue por medio de Jamur, quien puso a prueba al cancerbero de Irurtzun en dos ocasiones desde lejos, aunque sin éxito.

Poco a poco se fue asentando mejor el Xota sobre la pista y eso se tradujo en un mayor asedio a la portería rival, donde Fede se mostraba imperturbable. Tras los intentos de Vento, Martil al borde del área y Linhares, una buena internada de Dani Zurdo pudo inaugurar el marcador, pero no estuvo acertado con su derecha.

Quien sí lo estuvo poco después fue Roberto Martil –que acabó el partido lesionado en su rodilla izquierda– tras cabecear un pase medido de Linhares desde la izquierda. Un gol de los llamados psicológicos, en el minuto 19, al borde del descanso, que hacía estallar a la grada. Era el 1-0.

La ventaja era buena, pero no definitiva. Aún restaba un mundo y había que sentenciar cuanto antes para salir con una alegría de Anaitasuna. Dani Zurdo trató de ampliar la renta local con una vaselina que no dio sus frutos y más tarde su conexión con su capitán también estuvo a punto de transformarse en el 2-0, pero se quedó en el casi.

Con velocidad y rápidas transiciones, el Xota trataba de asediar la portería de Fede. El Levante buscaba como podía perforar la red de Asier. Pachu lo hizo en primera instancia, Hamza con un tiro que se fue alto y Tolrà desde la estrategia.

Con todo, la ocasión más clara hasta entonces la tuvo Juninho para los locales. El brasileño remató en carrera una buena asistencia de Vento a la contra, pero se topó con el travesaño.

Vento trata de controlar el balón ante Tolrà. Unai Beroiz

Poco a poco fueron aflorando los nervios y la tensión. El Levante cometía la quinta falta (m. 31) y el Xota protestaba que los árbitros no aplicaran la ley de ventaja cuando tres de sus jugadores encaraban en solitario a la contra la meta de Fede y Juninho recibía la amarilla por protestar. En total se mostraron 12 cartulinas.

En todo el fragor del choque llegó el gol de Rosic. De cabeza también y de nuevo con una asistencia de Linhares tras un robo de balón (m.35). Ya con el 2-0, Carlos Márquez sacó a Jamur de portero-jugador, estrategia que le fue bien, puesto que el brasileño acortaba distancias en el m.37 (2-1).

El Xota veía peligrar la victoria y se lanzó a la portería del Levante. En una de estas, Martil acabaría lesionado tras chocar fuertemente con Fede, que salió de su área a despejar el esférico. El capitán acabó por abandonar la pista con signos de dolor en la rodilla izquierda.

Aún pudo Linhares ampliar el marcador con un doble penalti, pero se resbaló en el momento de golpear el balón. Un tanto que al final no se echó de menos, puesto que la victoria y los tres puntos se quedaban en casa. Osasuna se centrará, a partir de ahora, en el derbi del próximo sábado ante el Aspil-Jumpers.