La retirada de Jonas Vingegaard de la París-Niza cuando liderada la carrera causó cierto asombró. Se sabía que la caída que padeció le dejó tocada la muñeca izquierda, pero se desconocía que el verdadero motivo del abandono fue una conmoción cerebral que le provocó el mismo accidente y le obligó también a aparcar la idea de competir en la Volta a Catalunya.
Victor Campenaerts, su escudero aquel día, advirtió que Vingegaard le comentó que estaba mareado tras la caída, una sensación que no desapareció durante la quinta etapa, en la que Matteo Jorgenson se vistió de líder.
De hecho, el norteamericano tuvo vía libre porque se la concedió el danés, indispuesto mientras encaraba el final de la jornada. Vingegaard no estaba en condiciones de disputar la carrera.
Náuseas y mareo
“Tras la caída en París-Niza me sentí mareado y al término de la etapa tenía náuseas y un cansancio increíble que se prolongó durante los días siguientes. Estoy contento por volver a subirme a la bici, pero he tardado un poco más de lo esperado a causa de mi conmoción cerebral, que me hizo descansar mucho”, expuso el danés en una entrevista al medió danés B.T.
Después de las consecuencias del accidente, Vingegaard, que estaba anunciado para la Volta a Catalunya, decidió tomar descanso para mejorar. “Me dolió mucho abandonar en París-Niza, porque creo que podía haber conservado el liderato hasta la etapa final de Niza. Y perderme la Volta a Catalunya también me ha dolido bastante, tenía muchas ganas de competir allí”, apunta Vingegaard.
El danés no descarta un cambio en su programa de carreras tras el accidente que le dejó conmocionado y por el que atraviesa un periodo de rehabilitación y readaptación.
“Ahora vamos a ir día a día y veremos cómo va la rehabilitación y decidiremos si hay que hacer cambios o añadir carreras a mi calendario. El pasado jueves monté en bici de nuevo por primera vez y aún me lo estoy tomando con calma”, certifica el danés.