La concentración de las diversas facultades en el sur de la ciudad convierte a aquella zona en lugar ideal para el asentamiento de nuevas residencias universitarias. Este es el objetivo buscado con la reciente convocatoria lanzada por el Ayuntamiento de Gasteiz para buscar una concesión demanial sobre dos parcelas destinadas a uso residencial universitario.
No es la primera ocasión en la que el gabinete Urtaran se embarca en este proceso. En el año 2019, antes de la explosión de la pandemia, hubo un primer intento para fijar allí dos nuevos complejos residenciales para estudiantes. Llegó incluso a realizarse la adjudicación, a la firma Global Enkidu. La concesión no llegó a formalizarse por renuncia expresa del único licitador, que alegó el cambio sobrevenido de sus circunstancias financieras como consecuencia del covid 19. En fechas recientes, “se han acercado arquitectos con interés por esos equipamientos y los solares”, admitió ayer el concejal de Hacienda, Iñaki Gurtubai, en respuesta a preguntas de EH Bildu y Elkarrekin Gasteiz.
Para este segundo proceso se han modificado los pliegos elevando desde los 40 años a los 75 el plazo de concesión del terreno. Ese aumento temporal contempla también un incremento en el canon exigido al adjudicatario por el uso de los solares. Frente a los 41.415 euros anuales, mejorables al alza de 2019, ahora se estipula esa cantidad en los 49.698,22 igualmente mejorables.
La cláusula de la discordia
En la comisión de Hacienda de ayer los grupos EH Bildu y Elkarrekin cuestionaron al edil de Hacienda sobre la “cláusula incoherente”, como la definió el portavoz de Elkarrekin, Óscar Fernández, en alusión a la posibilidad de que al décimo año de concesión “se podrá replantear el uso del equipamiento, siempre que se ajuste a la calificación pormenorizada de las parcelas en el plan general”, concretó el portavoz de EH Bildu, Félix González. Consideró esta vía como un “coladero” pensando en una residencia universitaria y luego “otros intereses de negocio”. Según el informe del servicio municipal de Planeamiento, que leyó el portavoz soberanista, se podrían permitir “usos de equipamiento comunitario como equipamiento sanitario asistencial, deportivo, cultural y religioso”, desglosó en el documento.
Desde Elkarrekin se ahondo sobre la “constancia de que exista demanda para residencias universitarias” en la actualidad y “dejar la puerta abierta a posibles cambios dentro de diez años. Esta cláusula de los pliegos ha sido toda una sorpresa negativa”, reflejó con seriedad su portavoz, Óscar Fernández.
El responsable de Hacienda, Iñaki Gurtubai, salió al paso de la pregunta y apuntó cómo correspondería a la empresa solicitar al cabo de una década ese cambio de destino “acreditando fehacientemente que el uso como residencia de estudiantes no es viable por ausencia de demanda en el uso de las parcelas”, enfatizó. En esa hipótesis el Ayuntamiento tendría un papel destacado al tener que dar el visto bueno a esa petición. Concretó Gurtubai los actuales posibles usos “universitario educativo, aparcamiento y cultural asociativo”, zanjó Gurtubai.
Los datos
Parcelas. Las dos parcelas, de forma circular, están en la manzana del antiguo hospital militar. Se sitúan en los extremos de la Facultad de Economía y Empresa de la UPV. Tiene cada una 664,49 metros cuadrados. Se permite una edificabilidad de 2.921,5 metros cuadrados repartidos entre planta baja, tres plantas y ático retranqueado.
Segundo proceso. En marzo de 2020 se llegó a adjudicar a la única firma presentada a aquel concurso (Global Enkidu). La concesión no se formalizó al alegar la empresa un cambio en sus circunstancias financieras.
El año
2028
Puesta en funcionamiento. Las firmas adjudicatarias que se comprometan a abrir las residencias universitarias disponen de cinco años de plazo desde que se cierre el acuerdo de concesión.