Araba

Vitoria, gran escenario para la danza

Otro escenario recuperado. Tras dos años de ausencia por la pandemia, toca volver a proponer una cita que significa encuentro entre centros de formación y escuelas tanto de Álava como de otros territorios cercanos, que apuesta por compartir entre bailarines de diferentes edades, estilos y niveles, que sirve para dar a conocer al público en general, sobre todo a aquel que casi nunca se acerca a un teatro o una sala de representación, todo lo que el baile y el movimiento pueden significar.

Es cierto que el Día de la Danza se celebró el pasado 29 de abril, pero la coincidencia con San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz siempre hace que en el caso de la provincia, la jornada se atrase un poco. Así ha sido durante muchos años a iniciativa del Conservatorio Municipal José Uruñuela, paréntesis sanitario a un lado, claro.

Centenares de bailarines se han dado cita en este 2022 en el que ha tocado volver a sentir muchas sensaciones que parecían perdidas. Además, sin mascarillas y otras restricciones, más allá de que no se pierda de vista que la pandemia sigue presente. Pero dejando a un lado esta cuestión, la idea ha sido la misma que en otras ocasiones, es decir, convertir la Plaza Nueva en un gran escenario donde poder disfrutar de pequeñas demostraciones y coreografías de danza vasca, clásica, polinesia, urbana, contemporánea, oriental, country y neoclásica, más allá del trabajo en barra clásica.

Junto a las 150 personas del Conservatorio José Uruñuela que han tomado parte, también se han encontrado bailarines de Arteria Espacio Creativo, Asociación Cultural Arabesco, Centro Dunia, DBM Estudio, Dantzerti (Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi), Escuela de Danza Andrés Beraza, Escuela de Danza Lourdes Herrero, Estudio de Danza Sofía Abaitua, Escuela Noralai, Ikigai Dance Studio, La Fábrica del Baile Aitor Ribera, Lakua Danza y Yew Haw Country Taldea. Es decir, espacios tanto del territorio alavés, como de Estella, Miranda y Bilbao.

En este regreso tras el paréntesis pandémico se ha unido hasta el tiempo, la guinda a un mediodía que para muchos de los participantes ha supuesto además la primera actuación sin mascarilla después de dos años, un hecho más que importante y simbólico. También para los presentes, para quienes han acudido sabiendo a la perfección de lo que querían disfrutar pero también todas aquellas personas que se han encontrado la propuesta por sorpresa. Es de esperar que la situación sanitaria permita que no haya más paréntesis, que Vitoria vuelva a ser un gran escenario al aire libre para la danza con continuidad.

09/05/2022