Una de sus metas es dar con soluciones que palíen los efectos del coronavirus en la economía
Ayer a las 9.15 horas, tal y como estaba previsto, comenzaron en el Palacio de Congresos Europa las II Jornadas Sendotu Aldiberean 2021 –Sendotu Aldiberean es un proyecto promovido en el marco del Programa Operativo de la CAV 2014-2020 desde las entidades que conforman Sartu Taldea, Caritas Bizkaia, Peñascal y Agiantza–, bajo el título de Personas vulnerables y transformaciones del mercado de trabajo. ¿Cómo es posible desarrollar un empleo inclusivo y de calidad?
Para abrir este congreso, tomaron inicialmente la palabra Marta Sáenz (miembro de Sendotu Aldiberean); el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran; la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia; el diputado foral de Políticas Sociales, Emilio Sola; y el presidente de las Fundaciones Vital, Jon Urresti, todos ellos cofinanciadores del proyecto.
Sáenz señaló en su discurso que estas últimas semanas se ha podido leer cómo "estamos en el buen camino; que la recuperación económica y del empleo se está dando a mejor ritmo que la crisis de 2008". Sin embargo, afirmó que la preocupación de las entidades sociales es que "las recuperaciones no alcanzan a una gran parte de las personas, a las más vulnerables, con las que trabajamos". En este periodo de ejecución del programa 2015-2020 recordó que han sido 5.000 las personas participantes en el programa Sendotu Aldiberean, 60% mujeres y 40% hombres. De ellas, más de un 85% han mejorado sus competencias personales, sociales y laborales; un 37% han obtenido una cualificación; y un 23% están en situación activa a la finalización del programa.
"El trabajo con las personas en clave de itinerarios largos, las metodologías, las fases de acompañamiento, la flexibilidad y la adaptación de las actividades a las situaciones de las personas, etc. son la clave", afirmó finalmente, al tiempo que añadía que "no es suficiente". Tras esto, el alcalde de Vitoria comenzó agradeciendo a Sendotu Aldiberean su trabajo diario. "Vitoria es una ciudad sostenible, y solemos mirar al elemento medioambiental, pero también hay otros aspectos, como el económico y el social". Para garantizar la cohesión social, además, aseguró que es importante garantizar la igualdad de oportunidades, y en ese sentido afirmó que "la ley es necesaria pero no es suficiente para garantizar ese derecho. Hoy sabemos que la ley de garantía para las personas con discapacidad o diversidad y su acceso al mercado de trabajo establece que aquellas empresas que tienen más de 50 trabajadores tienen que destinar un 2% de su plantilla a personas con diversidad. Desgraciadamente hoy ni siquiera la administración local está cumpliendo", afirmó, porque Vitoria se encuentra en el 1,38%, lo que obliga a que "en estas últimas ofertas públicas de empleo que estamos lanzando incrementemos el número de plazas para personas con discapacidad de cara a ese 2% que exige la ley". Además, catalogó de "necesario" el acompañamiento diario que hacen asociaciones como Sendotu.
Mendia, en otro orden de cosas, expuso su deseo de salir de esta crisis con una mayor igualdad. "Nadie ha escapado de la amenaza de este virus, y lo hemos padecido personas de todo tipo, sin distinción. Pero no todos tenemos las mismas oportunidades para salir de esa situación de vulnerabilidad". Por eso, esa es la vía –aseguró– que "urge taponar".
Así, explicó que hay que tejer una red de seguridad para impedir que nadie se quede descolgado, que impulse la cohesión social, etc. "Necesitamos contar con la aportación de todas las instituciones y entidades sociales", concluyó, al tiempo que afirmaba que han sometido a Lanbide a "una profunda estrategia de transformación para conseguir que sea más eficaz". Entre ellas, está la creación de la dirección de prestaciones e inclusión, un área centrada en quienes más riesgo de exclusión tienen.
Emilio Sola, por su parte, se sumó al agradecimiento a Sendotu por su trabajo diario, y afirmó que "muchas veces somos la pista de aterrizaje de estas personas, los encargados de facilitarles esa aproximación a un empleo. La incorporación social de las personas en situación de desventaja social sigue siendo un reto en nuestra sociedad, en la que todavía contamos con personas que no pueden ejercer su condición de ciudadanos de pleno derecho".
En este caso, afirmó que las políticas de inclusión deben ser personalizadas, y adaptadas a las necesidades particulares de cada persona, porque "la inclusión social requiere de equipos multidisciplinares que den una respuesta integral a las necesidades particulares de cada persona. No puede haber inclusión sin el ejercicio real de los derechos sociales más básicos. Con estos elementos trabaja el Instituto Foral de Bienestar Social; la adquisición de competencias personales y sociales, la atención individualizada y el acompañamiento, y el ejercicio de los derechos en igualdad con el resto de personas".
Finalmente, Urresti reafirmó su compromiso con todas estas cuestiones. En ese sentido, subrayó que el 45% de la inversión que hace la Fundación Vital en la denominada obra social va dirigido a la vulnerabilidad (con el objetivo de sobrepasar en los próximos años el 50%), y que en las Fundaciones Vital el 8% de los trabajadores vienen de este mundo, con el objetivo de llegar al 15% en los próximos años.
Cifra
2%
Porcentaje. Son las plazas mínimas para personas con discapacidad.