La pandemia ha acentuado las desigualdades en el mundo, intensificando los impactos socioeconómicos, ambientales, climáticos y de salud en la vida de las personas mayores, especialmente en las mujeres mayores que, precisamente, constituyen la mayoría de las personas de edad avanzada. Y es que, a pesar de que las mujeres mayores continúan contribuyendo significativamente en la vida política, civil, económica, social y cultural de nuestra sociedad, sus aportaciones y experiencias siguen siendo en muchas ocasiones invisibles y desatendidas, limitadas por las desventajas de género acumuladas a lo largo de la vida.
Bajo el lema La resiliencia de las personas mayores en un mundo cambiante el Día Internacional de las Personas Mayores, designado por la ONU, pone en esta ocasión el foco en el importante papel que desempeñan las mujeres mayores para superar los desafíos globales y contribuir con soluciones que aúnan resiliencia y fortaleza.
Para el organismo internacional reconocer las aportaciones vitales de las mujeres mayores, promover la inclusión de sus voces, y conocer sus necesidades y perspectivas es fundamental para crear políticas que atiendan nuestros retos locales, nacionales y globales. Así las cosas, este día es un llamamiento a la acción y una oportunidad para escuchar las voces de las mujeres mayores y mostrar su resiliencia y contribuciones en la sociedad, mientras se promueven diálogos sobre políticas para mejorar la protección de los derechos humanos de las personas mayores y reconocer sus aportaciones al desarrollo sostenible.
Cada vez vivimos más años
Las personas vivimos más tiempo que antes. Según la OMS, la mayor parte de la población tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años y el incremento tanto de la cantidad como de la proporción de personas mayores en la población es un fenómeno que se está produciendo a nivel global. Según el organismo internacional, en 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más, lo que supone que el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1000 millones en 2020 a 1400 millones. Y va más allá; en el año 2050, la población mundial de personas en esa franja de edad se habrá duplicado (2100 millones), al tiempo que se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones. Otro dato interesante es el relativo a los países más afectados por esta tendencia. Y es que, aunque el envejecimiento de la población comenzó a hacerse patente en países del primer mundo (en Japón, por ejemplo, el 30% de la población ya tiene más de 60 años), actualmente los cambios más importantes en este sentido se están apreciando en países de ingresos bajos y medianos.
%34
60 urtetik gorakoak
2020 eta 2030 urteen bitartean, 60 urtetik gorako biztanleen portzentaia %34 igoko da.
1.400
milioi
2030. urtean sei pertsonetik batek 60 urte baino gehiago izango ditu. 2020. urtean 1.000 miloi ziren adin horretako biztanleak eta hamar urteren buruan 1.400 izango dira.
Para la OMS, desde un punto de vista biológico, el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte. Ahora bien, esos cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa. Más allá de los cambios biológicos, el envejecimiento suele estar asociado a otras transiciones vitales, como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y el fallecimiento de amigos y parejas.
Envejecimiento saludable
Mantener hábitos saludables a lo largo de la vida, en particular seguir una dieta equilibrada, realizar actividad física con regularidad y abstenerse de consumir tabaco, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, mejorar la capacidad física y mental y retrasar la dependencia de los cuidados.
En el marco del Día Internacional de las Personas Mayores, el doctor Julio Maset, experto médico de Cinfa, ha recordadp la importancia de un “envejecimiento saludable”, ya que “no se trata solo de vivir más años, sino también de vivirlos bien, y de esquivar, en la medida de lo posible, los obstáculos e incapacidades que puedan impedir disfrutar de una calidad de vida adecuada”.
Para ello, ofrece una serie de claves. En primer lugar, recomienda mantener la mente “en forma”, mediante la realización de ejercicios sencillos de memoria, como recordar la lista de la compra, y lleva a cabo regularmente actividades que estimulen el cerebro como leer, escribir o hacer pasatiempos. Otro consejo es alimentarse de manera saludable, variada y equilibrada. La dieta debe ser abundante en fruta, verdura y fibra, ya que, además de ayudar a mantener el peso bajo control, el sistema inmune se fortalecerá. Por otra parte, ha de ser baja en grasas, azúcares refinados y sal e incorporar proteínas de calidad como pescado, legumbres y frutos secos. También resulta clave hidratarse adecuadamente, para eliminar las toxinas e incrementar la energía.
La práctica de ejercicio de forma regular es también esencial para ayudar a mantener la masa muscular y la flexibilidad y movilidad de las articulaciones. Se recomiendan de 20 a 30 minutos al día de ejercicio aeróbico (caminar, bicicleta, natación), pero no tienen por qué realizarse de una sola vez. Por ejemplo, se puede caminar dos veces al día 15 minutos, bailar, nadar o andar en bici. Además, dos veces a la semana, conviene llevar a cabo ejercicios de fuerza mediante pesas o estiramientos, aunque también sirven actividades cotidianas como la jardinería o la limpieza del coche.