El Austral preocupa. Quita el sueño a propios y extraños. Renault, tanto la marca como su red de distribuidores, ha depositado fundadas esperanzas en esta avanzada creación, que reúne todos los requisitos necesarios para triunfar en el mercado y devolver el emblema del rombo a su posición natural. La competencia, por su parte, mira de reojo el estreno temiéndose lo peor, esto es, que el Austral confirme las previsiones y sea ese éxito que les acabará restando mercado.
El tiempo dirá si el público acepta tan bien como unos anhelan y otros temen la nueva propuesta de la firma francesa. Asimismo, permitirá ver si esta cumple los compromisos de desarrollo de la gama y de suministro de unidades a los concesionarios.
De momento, Renault amenaza la actual jerarquía del segmento de moda con una propuesta de concepción avanzada, vanguardista en el plano tecnológico y amable en el estético. Su misión es reconquistar el mercado, comenzando por la categoría SUV que lo domina. En el camino hacia ese objetivo el Austral se va a tropezar con abundantes y cualificados rivales.
El más duro de ellos es, hoy por hoy, el Hyundai Tucson, líder gracias a una afortunada combinación de circunstancias: diseño, calidad-precio y disponibilidad. El representante del rombo cumple de forma impecable ese pliego de condiciones. También lo hacen, cada uno a su modo, contendientes como el Kia Sportage, el Peugeot 3008, el VW Tiguan, el Opel Grandland, el Mazda CX-5, el SEAT Ateca, el Škoda Kodiaq…