En un momento crucial en el que la sequía asola Europa, las temperaturas alcanzan registros históricos y la crisis energética copa los titulares de prensa, Jesús Calleja se pone de nuevo a los mandos de su helicóptero para llevar a Cuatro historias de personas arraigadas a sus pueblos, comprometidas con el cuidado de la naturaleza, el ecosistema y el medioambiente y ayudarles a cumplir sus objetivos en la nueva temporada de Volando voy, que la cadena estrena esta noche a partir de las 22:50 horas.
Pontevedra, Palencia, Lleida, Almería y, por primera vez, Castellón, Guadalajara y Álava serán los destinos de las entregas de esta nueva edición del programa, en la que el humor, la emoción, la hospitalidad y la espontaneidad de los protagonistas de cada historia seguirán impregnando las misiones.
Reforestar un bosque esquilmado; ayudar a reflotar negocios locales sostenibles que se apoyan en productos de kilómetro cero; construir refugios para animales fundamentales para el ecosistema, como los murciélagos; y acercar la tecnología a la naturaleza para difundir las bondades de las setas diseñando filtros para Instagram serán algunas de ellas.
VISITA A GALICIA
Desde los años 70, la población autóctona de caballo de monte de Galicia ha descendido un 50% y si no se pone remedio, continuará descendiendo. Jesús Calleja viaja hasta A Estrada (Pontevedra) para mostrar a los espectadores una de las fiestas más antiguas de España, declarada de Interés Turístico Internacional: la Rapa das Bestas de Sabucedo.
En este evento cultural, se recogen los caballos del monte –600 ejemplares, que viven en libertad en 14 manadas– y se llevan al curro, un lugar para raparles las crines, limpiarlos, curarles heridas y marcarlos con microchips. El curro de Sabucedo es el más conocido por sus peculiaridades, entre las que destaca el hecho de que los que se encargan de la tarea tan solo usan su destreza y su cuerpo para sujetar a los animales.
En su visita al lugar, Calleja charlará con Laura Lagos, ingeniera de Montes de la Universidad de A Coruña, que contará por qué es importante lo que se hace allí y cómo es el cuidado y compromiso de la gente implicada. Paulo, presidente de la Asociación A Rapa das Bestas, también ofrecerá su punto de vista. A lo largo de la misión, Jesús Calleja conocerá a Chelo, una tabernera muy divertida que reivindica la diversidad; Manuel, un escultor que ha llegado a situar una de sus obras en el Museo del Falo de Reikiavik; y Saly, una mujer que tiene una empresa de excavadoras y que ha tenido que luchar por defender su profesión en un sector tradicionalmente masculino.
Viajes anteriores
Volando voy cerró su séptima temporada con un 6,5% de share y una media de 639.000 espectadores, 1,5 puntos sobre La Sexta, su principal competidor (5%). Creció en target comercial hasta el 7,3% e incrementó también sus datos entre el público de 25-44 (7,7%) y de 45-54 años (7,2%).
En la temporada anterior, emitida desde finales de mayo de este año y con ¡Todos a una! como lema de las misiones colectivas, Jesús Calleja visitó el pueblo donde se rodó la película Amanece que no es poco en la Sierra del Segura; la Sierra de las Nieves en Málaga; las Merindades burgalesas; Pallars Jussá, en Lleida, donde ayudó a restaurar el telón publicitario más antiguo de España; la sierra cacereña de Gata, donde los vecinos unieron tradición y tecnología para organizar una carrera de autos locos eléctricos; la comarca leonesa de El Bierzo, la tierra de Calleja, donde recuperaron un antiguo canal romano de más de 2.000 años para convertirlo en senda, y la Costa da Morte, escenario de una limpieza subacuática en Camariñas.