La industria alemana del automóvil acusa el mal momento de toda la economía germana. Desde hace dos años se ve paralizada por el incremento de costes y la incertidumbre que está acarreando a la automoción la transición energética. Volkswagen no descarta realizar despidos o cerrar fábricas en Alemania, según los medios alemanes, mientras que ayer uno de sus directivos informó a la plantilla de que al gigante automovilístico le “faltan” ahora mismo en relación al periodo de antes de la pandemia las ventas de 500.000 vehículos, lo que supone el equivalente a la producción de dos de sus fábricas.
La reunión con la plantilla fue convocada para informar de los planes de ahorro del grupo, que, según Volkswagen, deben endurecerse aún más y no excluyen ya despidos de personal ni cierres de emplazamientos. En este aspecto, se habría decidido eliminar la garantía que protegía a los trabajadores contra el despido por razones de empresa hasta 2029, ya que los instrumentos como la jubilación anticipada empleados hasta ahora ya no son suficientes para reducir personal.
A finales del año pasado, Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Europa, había anunciado un plan para reducir sus costes hasta 2026 en al menos 10.000 millones de euros. El grupo fabrica vehículos en Alemania en Wolfsburgo, Emden, Osnabrück, Hannover, Zwickau y Dresde. En un vídeo a los empleados, el jefe del grupo, Oliver Blume, indicó que el entorno económico ha empeorado y la industria del automóvil en Europa se encuentra en una situación “exigente”, mientras que en concreto Alemania sigue cayendo en competitividad.
El comité de empresa anunció una “resistencia enconada” en caso de que la dirección decida llevar adelante los posibles despidos o cierres. En el primer semestre Volkswagen ingresó un 14% menos que en el mismo periodo de 2023. Por otra parte, las ventas de turismos en Alemania durante el mes de agosto cayeron un 27,8% hasta las 197.322 unidades, según informó ayer la Oficina Federal de Vehículos Motorizados.
En especial la caída es significativa en el caso de los modelos eléctricos, con una merma de las matriculaciones del 69% interanual. Berlín admite que esta no es solo una crisis laboral, sino que la estabilidad de Volkswagen es “vital” para asegurar las cadenas de suministro automovilísticas europeas en un momento de fuerte competencia con la irrupción de las marcas chinas en los mercados comunitarios.