La dirección de Volkswagen Navarra y el comité de empresa mantuvieron el viernes la primera reunión de lo que se conoce com pacto por el futuro de la planta. Y, aunque supuso apenas una primera toma de contacto, sí dejó algunas ideas claras: la empresa quiere que la plantilla haga un esfuerzo de competitividad para asegurar producciones –sigue muy preocupada por el absentismo– y está dispuesta a aplicar contrato relevo en las mismas condiciones que hasta ahora, así como a explorar una vía para facilitar bajas a aquellos trabajadores que no puedan acogerse a este contrato.
“Hemos situado las conversaciones en aquellos aspectos que estamos reclamando desde el comité”, explicaba Alfredo Morales, presidente del comité de empresa de la fábrica (UGT), quien considera que tanto el contrato relevo como unas salidas voluntarias generosas son importantes para renovar la plantilla en las mejores condiciones.
En el encuentro la dirección explicó que el proyecto industrial “estará ligado a los modelos que se nos asignen, volúmenes de producción que se asignarán en febrero o marzo y serán actualizables año a año, y las inversiones que conllevarán modificación de las instalaciones”, explicó el sindicato LAB en un comunicado. Existe asimismo una incógnita pendiente de despejar. Se trata de la normativa europea de emisiones (EU7), que Volkswagen desea que se postergue dos años, de tal manera que uno o todos los modelos de cosmbustión que se fabrican ahora mismo en Landaben podrían mantenerse un tiempo más.
Señal a Alemania
La empresa reclamó asimismo disponer de herramientas que permitan la desvinculación de trabajadores en periodos de producciones a la baja, como cuando se efectúe la transición al coche eléctrico. Y, al mismo, tiempo reclamó enviar a la central “una señal” que diga a la central que Landaben va a ser más competitivo en los momentos en que haya que producir más coches. Asimismo recordó que todos los días unos 400 trabajadores no acuden a su puesto por encontrarse de baja. “Este es un asunto que nos preocupa a todos, pero hay que abordarlo de modo integral”, explicaba Alfredo Morales.
Desde LAB aprovecharon para reclamar a la dirección que facilite el reparto del empleo. “Estamos dispuestos a hablar de competitividad como lo hicimos en el acuerdo del segundo modelo que encajaría con nuestra propuesta de reparto de empleo, la cual reduciría drásticamente el absentismo”, explicaban desde LAB.
Desde ELA, por su parte, consideraban que “es prioritario dar tranquilidad a aquellos compañeros que están en la posibilidad de desvincularse de la fábrica con 60 años y medio o 61 años y que en esta última semana habría que acordar una solución para darles una salida en mejores condiciones”.