Extremadamente Kool, por la mañana, la líder elevó lo brazos al cielo de Rotterdam en el sector matutino de la segunda jornada del Tour. La neerlandesa es la más veloz. Lo demostró ante el relámpago Lorena Wiebes que pugnó palmó a palmo con Kool en una llegada estupenda, en un duelo formidable entre ambas.
Kool, con el certificado de confianza que conceden las victorias, atemperó la embestida de su compatriota y la de Marianne Vos y accedió al turno de tarde, el de la crono, poco más de 6 kilómetros, con el mono amarillo de líder.
El Tour femenino recuperó la doble sesión, caído el modelo en desgracia después de que tiempo atrás gozara de cierta salud. El doble sector tenía el aspecto de las extravagancias, de los lujos innecesarios, como colgar una obra surrealista en un museo dedicado a la pintura clásica, realista y figurativa.
La crono sirvió para ordenar la carrera tras dos esprints. El juicio del tiempo no perdona. Nunca. Insobornable. Todo lo escruta y lo deja la descubierto. No hay autopsia más exacta.
Implacable Vollering
En ese examen, bajo la radiografía del reloj, Demi Vollering, que defiende el título de la carrera, puso en hora el reloj del Tour. Es la gran favorita de la carrera. Su capataz. La neerlandesa, temible en la montaña, fue la mejor en una crono corta que expandió su reinado tras una enorme actuación. Vollering se pintó de amarillo con las lágrimas asomándole en los ojos. La emoción y la dicha en el mismo plano.
Destiñó Vollering a Kool, imperial antes de que las manecillas señalaran a unas y otras. Líder, Vollering apenas tiene una renta de chasquidos sobre sus rivales, Chloe Dygert y Loes Adegeest, ambas a 5 segundos, pero el examen sirvió para lanzar un mensaje de indudable fortaleza. Vollering se aleja del resto.
“No lo vi venir. No esperaba ganar. No me lo puedo creer todavía. Daré lo mejor para intentar defender el liderato hasta el final. El plan no erar lograrlo hoy”, resolvió Vollering con el corazón emocionado tras vestirse de líder en su país. Vollering pensaba en el mañana, en la etapa que unirá Lieja-Bastoña-Lieja, pero se anticipó. Ocurre con las grandes campeonas.
Avería de Grace Brown
El asterisco del segundo sector, sirvió para mostrar la arquitectura de vanguardia de Rotterdam, que casaba con el aspecto de los ciclistas, enfundando los monos de crono, cabalgando sobre monturas aerodinámicas y rematadas por los cascos extraños que se deslizan contra el viento, que parten el aire.
Grace Brown, campeona olímpica de la especialidad en París, lució un yelmo dorado y una bicicleta del mismo tono. Bling-bling. Refulgente el dorado, el recordatorio de un día para siempre en la memoria.
Ese color le acompañará de por vida. El azar quiso que no pudiera completar todo el trazado, sin ninguna distracción más allá de los edificios modernos, con la bici de oro.
Pinchó y tuvo que cambiar de montura. La bici olímpica la apoyó con sumo cuidado en un pequeño muro mientras esperaba el recambio. Eso estropeó el registro de la australiana. El pesar de Grace Brown fue alegría indescriptible para Demi Vollering, que puso el Tour en hora.
Tour de Francia femenino
Segunda etapa (2º sector)
1. Demi Vollering (SD Worx) 7:25
2. Chloe Dygert (Canyon) a 5’’
3. Loes Adegeest (FDJ) m.t.
General
1. Demi Vollering (SD Worx) 4h27:54
2. Lorena Wiebes (SD Worx) a 3’’
3. Chloe Dygert (Canyon) a 5’’