Vollering se reafirma

Los rostros, sin marco, descompuestos por el padecimiento, se reflejaban en un asfalto espejado, que supuraba agua, anegado el piso. Ametrallaba la lluvia, feroz, sin descanso entre cotas que eran la Amstel y la Lieja, un híbrido resbaladizo y quebradizo en el Tour femenino, al que se le apagó el sol entre Valkenburg y Lieja. El cielo era un friso gris de nubes compactas que descargaban su furia sin piedad. Un día tormentoso. De supervivencia.

En ese hábitat se desmarcaron la más fuertes, las que mejor se adaptaron a un medio hostil. Sobresalieron Demi Vollering, Katarzyna Niewiadoma y Puck Pieterse en la Côte de la Roche-aux-Faucons. Volaron.

Arrancaron el retrovisor, que solo acumulaba gotas de impotencia para las perseguidoras, perdidas como lágrimas en la lluvia. El trío se desbarató en la danza por la victoria. La polaca trató de deshacer el nudo que les unía.

Foto-finish para Pieterse

Pieterse y la líder le cortaron el hilo de la esperanza. Descartada Niewiadoma, Pieterse y Vollering se batieron en un pulso tremendo que coronó a la primera por apenas media rueda. Venció la neerlandesa en el golpe de riñón. La victoria, al límite, la resolvió la foto-finish, en la que posó mejor Pieterse.

Sin embargo, la líder mostró su mejor sonrisa porque reforzó su jerarquía en el Tour. Es más líder. Acumula una renta de 22 segundos sobre Pieterse y de 34 segundos respecto a Niewiadoma.

Vollering, que venció en la crono de la víspera, demostró en una jornada con aspecto de clásica que es la más fuerte en lo que va de competición. Subrayó su estatus. Otro punto de confianza para conquistar nuevamente la carrera que venció el pasado curso.

Vollering, de nuevo protagonista. Tour de Francia

Vollering obtiene más renta

En cuanto se agitaron las aguas, Vollering no concedió ni un palmo. Es su estilo. Sentada, con un ritmo marcial, se encoló a Niewiadoma y Pieterse en la cota definitiva antes de encarar el descenso hacia Lieja.

Con las perseguidoras a casi 30 segundos, las tres bambolearon los hombros para buscar la rendija del triunfo. La palanca de Niewiadoma no pudo girar la puerta del triunfo que abrió la ganzúa de Pieterse por delante de Vollering, la ama de llaves de un Tour que parece suyo.