Voluntariado de Galdakao tiende un puente humanitario a Ucrania

Cuando a finales de febrero estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania, la asociación de voluntarios GBGE de Galdakao decidió actuar como mejor lo sabe hacer: ayudando. El primer paso consistió en destinar a un equipo de personas a la frontera polaco-ucraniana para contar con una primera valoración de la situación. De manera paralela, la asociación inició una recogida de ayuda humanitaria en el Parque Comercial Bilbondo y en el Club Hípico La Galea, en Getxo, para conseguir productos de primera necesidad, como ropa de abrigo, mantas y sacos de dormir, productos de higiene, sillas infantiles, comida... El 14 de marzo, en colaboración con el Club Hípico La Galea, se llevó a cabo el primer envío de ayuda humanitaria a través de convoy de tres vehículos cargados de siete toneladas de artículos con destino a la ciudad fronteriza de Przemyl, punto de encuentro y concentración de diferentes ONG y activistas de toda Europa que trataban de dar un primer apoyo a las personas que huyen de Ucrania por ese punto.

GBGE se ha involucrado para ofrecer recursos a refugiados. GBGE

Fue el inicio de la puesta en marcha de un puente humanitario Ucrania-Euskadi sustentado en tres grandes pilares: “organización, información y traer a Euskadi solo a las personas que cuentan ya con algún vínculo demostrable aquí”, explicó Alvaro Sanz, presidente y fundador de la asociación de voluntarios GBGE, a los posos meses de que echara a andar la iniciativa. A su juicio, “desplazar y acoger a ucranianos por diferentes países no tiene sentido. Huyen de una guerra, no buscan un cambio de vida. Lo que quieren es volver a sus pueblos, por lo que lo más lógico es quedarse en Polonia”.

De ahí que GBGE optara por alejarse del caos de la frontera y establecer un campamento base en otra zona más tranquila, “donde poder disponer de un almacén y recursos habitacionales para las personas refugiadas a la espera de un transporte hacia Euskadi, siempre con arraigo familiar en nuestra comunidad”. Ese certero movimiento fue posible gracias al acuerdo de colaboración establecido con una congregación de monjes Franciscanos que cedió a la asociación las instalaciones de una basílica en Katowice, a unas tres horas de distancia del puesto fronterizo más cercano. Allí, en un entorno seguro y tranquilo, comenzaron a alojar a refugiados ucranianos con lazos o vínculos en Euskadi, personas informadas de los recursos existentes tanto en Polonia como en el Estado y a quienes “se les ofrece un periodo de reflexión en el monasterio para que maduren la decisión de viajar hasta Euskadi”.

Proyección de vídeos

Ahora, nueve meses después de que echara a andar ese puente humanitario impulsado por GBGE, la asociación galdakaoztarra ofrecerá el viernes una exposición fotográfica y mesa redonda del proyecto realizado por la entidad durante este año en Polonia. Será a las 18.00 horas en las instalaciones de la escuela de Gandasegi de la localidad y “en este evento se visionarán los documentos filmados en los diferentes viajes que se realizaron”. En un primer momento, “para efectuar un análisis y valoración de las necesidades a pie de campo y, más tarde,para preparar un dispositivo de acogida, alojamiento y posterior traslado de las personas refugiadas ucranianas a Euskadi”, explican. Y, durante la posterior mesa redonda, “se comentará con los diferentes agentes que han participado en el proyecto cómo se ha gestionado la crisis desde el inicio hasta la situación actual”.

GBGE aglutina a unas 350 personas voluntarias y ejecuta, desde 2013, proyectos sociales y medioambientales. Destacan el reparto de alimentos solidario a más de 700 personas al mes en Galdakao, la implantación de 28 neveras solidarias por todo el Estado, frigoríficos en la calle abiertos a toda la ciudadanía para combatir el despilfarro alimentario o el proyecto Rexcatering para la recuperación de excedentes alimentarios en comedores colectivos y cocinas centrales para su posterior redistribución a otras personas.