Josep vio como parte de su casa, su coche y su negocio sufrían los efectos de la DANA en Algemesí, una de las localidades afectadas por las riadas. Hoy todavía sigue sin coche y sin saber nada del seguro. "Al final de la semana pasada vino mi perito al negocio y del coche todavía no sé nada". Aún así afirma que poco a poco van viendo la luz aunque el barro seco en las calles y el polvo en el aire hacen que el día a día siga siendo complicado.
Muy cerca de allí Carles de Albalat sigue dedicado a ayudar a los vecinos de pueblos como Algemesí donde tiene amigos y familia. Albalat no resultó afectado salvo en la zona del campo y por lo tanto su vida podemos decir que es normal. Ahora bien sigue encontrando gente que necesita lo más básico y que denuncia seguir abandonada. Lo peor, asegura, es el "desánimo". "Solamente pasear me entristece", afirma.
En Alcudia, Oreto nos dice que la sensación que tienen en el pueblo es que les han "robado" un mes, el de noviembre. "Ha sido un mes catastrófico y horrible", asegura. "Cuando ya no somos noticia en primera página se instala la soledad", señala. Lamenta que las ayudas no lleguen. "Hay mucha burocracia", critica y añade que cada uno intenta volver a la normalidad. "Estamos intentando salir del barro físico y también del barrio metafórico que es el peor", reconoce.
Tres vidas, tres historias, que ya no son portada de los periódicos pero que te acercamos en este podcast porque un mes y medio después el trabajo en Valencia sigue siendo ingente.