Volvió la sonrisa a Mendizorroza

Llegaba el Villarreal a Mendizorroza en plena lucha liguera con el Athletic por los puestos de acceso a Champions League la próxima temporada. De este modo, se intuía un choque complicado para los intereses de un Deportivo Alavés que afrontaba esta jornada 27 tras realizar un gran segundo tiempo en la fecha anterior frente al RCD Mallorca. Asimismo, era un duelo vital para los babazorros, dado que los hombres de Coudet necesitaban los tres puntos para seguir vivos en la batalla por eludir los puestos de descenso. La trascendencia era superior, ya que el cuadro vitoriano llevaba sin conseguir la victoria como local desde el mes de noviembre, cuando estaba Luis García Plaza al mando del banquillo de los albiazules. 

La contienda comenzó de la mejor manera posible para el Glorioso. En el minuto 11 Nahuel Tenaglia puso un centro al área que encontró a Manu Sánchez, quien conectó un cabezazo repelido en una primera instancia por Diego Conde, pero posteriormente el lateral alavesista aprovechó el rechace para poner el 1-0 en el marcador. Una vez los locales se pusieron por delante en el electrónico el Villarreal se fue asentando poco a poco en el encuentro teniendo las ocasiones más claras del choque. Las primeras fueron sendos disparos de Nicolas Pepé y Ayoze Pérez, los cuales desbarató Antonio Sivera formidablemente. A ello, hay que sumarle un intento de vaselina de Yeremi Pino que se fue desviado. 

A la vuelta del túnel de vestuarios la tónica fue similar a la de la conclusión del primer tiempo con el equipo visitante llevando la voz cantante, aunque sin crear aproximaciones peligrosas. Hasta que llegó una de las jugadas del partido rondando el 51'. Sivera salió de su meta para despejar una contra de Ayoze y el jugador canario impactó con su rodilla en la cabeza del meta albiazul. La desgracia fue doble para los de Coudet, puesto que además del golpe que recibió el portero alicantino, el esférico le dio en la mano y tras recibir la llamada del VAR el colegiado le mostró la tarjeta roja. 

Una vez sucedido esto, tuvo que saltar al terreno de juego el tercer arquero del equipo, Adrián Rodríguez, quien de esta forma debutaba en Primera División. Después de todo ello y con una prolongación de 15 minutos en el tramo final incluida, el Alavés aguantó con uñas y dientes el resultado, desesperando en ocasiones al Villarreal que las más claras que tuvo llegaron con fuertes disparos desde fuera del área, los cuales se fueron cerca de la portería defendida por Rodríguez. A esto hay que añadirle la expulsión de Antonio Blanco por doble amarilla tal y como se refleja en el acta, aunque le avisaron desde el VAR. 

Sivera OK

A pesar de la victoria lograda por el Glorioso, una de las preocupaciones principales del equipo alavesista a la conclusión del choque fue el estado de Antonio Sivera, quien tuvo que pasar en observación la noche del sábado en la Policlínica Vithas San José. Tras ello, y que todo aconteciese como debía, el guardameta valenciano fue dado de alta y tal y como anunció el club estará una semana de reposo. Por lo tanto, frente a la Unión Deportiva Las Palmas será de la partida Adrián Rodríguez, siempre y cuando Jesús Owono no se recupere para el duelo.