Vox cumplió el pasado martes diez años desde que se presentó al público en un acto celebrado en Madrid y, unos meses después, Santiago Abascal fue elegido presidente de la formación que ayudó a fundar aquel 2014. Una década después, el líder está a punto de revalidar su cargo por tercera vez y sin contrincantes, pero lo hace sin varios rostros que le acompañaron desde los orígenes de Vox.
El germen de Vox se sitúa en una plataforma, 'Reconversión', impulsada por militantes del PP críticos con la deriva del Gobierno de Mariano Rajoy. Entre ellos se encontraban Abascal, el ex eurodiputado Alejo Vidal-Quadras y José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones al que ETA mantuvo secuestrado 532 días.
Se registró como partido el 17 de diciembre de 2013 y se presentó ante los medios el 16 de enero de 2014. Abascal ya era uno de los dirigentes de aquel entonces y, en el acto de presentación, estuvieron también Ortega Lara, la activista Cristina Seguí, el filósofo José Luis González Quirós y el exministro Ignacio Camuñas.
Solo queda Ortega Lara como militante
A excepción de Ortega Lara, ninguno de ellos está en Vox. Seguí dimitió meses después tras acusar de lucro irregular al entonces presidente en funciones de la formación, González Quirós; y éste, Camuñas y Vidal-Quadras abandonaron el partido tras asumir Abascal la presidencia.
Renuncia Espinosa de los Monteros
El actual líder de Vox fue elegido presidente por primer vez en septiembre de 2014, tras derrotar en una votación abierta a la militancia al empresario Ludovico López Cadé, que obtuvo 99 votos frente a los 1.010 conseguidos por Abascal. Entonces estaba acompañado por Iván Espinosa de los Monteros como secretario general y por Víctor Sánchez del Real como vicesecretario de Comunicación.
Fue reelegido dos años después, en marzo de 2016, y ya con un aplastante apoyo de los afiliados a Vox: el 98% le respaldó. Espinosa y Sánchez del Real fueron relevados en aquella asamblea, pero tres años después acompañaron a Abascal cuando Vox entró en el Congreso con 24 diputados en las elecciones de abril de 2019. De hecho Espinosa fue su portavoz parlamentario desde entonces y hasta su dimisión el pasado agosto. Pero hoy los dos son sólo militantes de base sin cargo alguno, y han vuelto a la actividad privada.
Del techo en 2019 a perder 20 escaños
En las generales repetidas de noviembre de 2019, Vox alcanzó su cénit y dio la campanada logrando 52 diputados. El coordinador del programa económico del partido para esa campaña fue Rubén Manso, pero cuatro años después quedó fuera de las listas para el 23J, al igual que Sánchez del Real. Ambos mostraron su sorpresa por esa exclusión y dejaron ver que no había sido por decisión propia, aunque evitaron críticas directas a Vox.
En esa 'época dorada' de Vox la Secretaría General estaba en manos de Javier Ortega Smith, que había sido elegido en la asamblea de 2016, mientras que Macarena Olona ejercía como 'número dos' de Vox en el Congreso al lado de Espinosa de los Monteros.
Con el paso de la legislatura hubo algunos roces entre partido y grupo parlamentario. Abascal se mantenía por encima de eventuales disputas internas, reservándose para grandes actos y los principales debates parlamentarios, y quien asumía el protagonismo diario en la calle Bambú era el eurodiputado Jorge Buxadé, vicepresidente primero y portavoz de la dirección del partido.
La 'tormenta Olona'
En el Congreso, Olona fue ganando 'cuota de pantalla' y acabó dejando la Cámara para ser candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las autonómicas de junio de 2022, pero no cumplió con las expectativas electorales y, pocos meses después, anunció su retirada por "motivos de salud".
Ortega Smith, por su parte, dejó las riendas del partido para centrarse en su carrera como portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, dejando la Secretaria General en manos de Ignacio Garriga en octubre de 2022 y ocupando en su lugar una vicepresidencia sin cometidos concretos en la organización.
Tras abandonar Vox y fundar su fallido proyecto Caminando Juntos, Olona empezó a deslizar un rosario de críticas sobre Abascal, su actual Ejecutiva --sobre todo Buxadé-- y contra los que llama "el Clan Intereconomía --Kiko Méndez-Monasterio, Julio Ariza y Gabriel Ariza--", a los que insiste en colocar como verdadero poder, en la sombra, del partido.
La sorpresiva dimisión de Espinosa de los Monteros tras las elecciones de julio, dejó entrever las críticas internas hasta entonces escondidas. Figuras que habían ostentado puestos de responsabilidad en el partido, como Sánchez del Real y Manso, criticaban la deriva de Vox y señalaban a un culpable: el líder del partido en Bruselas, Jorge Buxadé.
Auge y caída de Ortega Smith
Ortega Smith fue el único miembro de la dirección que se sumó a esas tímidas críticas internas. Lamentó la marcha de Espinosa y señaló que algunos, sin especificar, no habían sabido reconocer al exportavoz parlamentario de Vox su "lealtad, generosidad y sacrificio". Meses más tarde, ahondó en sus críticas a la dirección de Vox, asegurando en una entrevista que el partido no podía convertirse "en una agencia de colocación".
De hecho, ante la celebración de la Asamblea General Extraordinaria de este año se llegó a especular con la posibilidad de que el portavoz en Madrid disputara el liderazgo del partido a Abascal, pero el interesado zanjó los rumores y dejó claro que no iba a dar ese paso.
Abascal se mantiene
Ahora Abascal está a punto de ser elegido presidente de Vox por tercera vez, de nuevo sin oposición, y para la asamblea extraordinaria del próximo sábado ha querido 'ajustar' su equipo para el nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Su candidatura reafirma a Garriga como 'numero dos', revalidando la Secretaria General y quedándose como único vicepresidente del partido al relegar a Ortega Smith, Buxadé y la diputada Reyes Romero a vocales. Además, amplía los vocales de cinco a 17, dando entrada a caras nuevas, figuras al alza a nivel nacional y otras ligadas al poder territorial que Vox ostenta desde las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
Nuevos valores
Por un lado entran la portavoz en el Congreso y el secretario general del grupo parlamentario, Pepa Rodríguez de Millán y José María Figaredo, y por otro se incorporan los vicepresidentes de Castilla y León, Juan García-Gallardo; Murcia, José Ángel Antelo; la Comunidad Valenciana, Vicente Barrero; y Aragón, Alejandro Nolasco. También ha introducido al portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Murcia, Luis Gestoso, y a la presidenta de las Cortes Valencianas, Llanos Massó.
Se mantienen Pablo Sáez como tesorero y Rocío de Meer, Enrique Cabanas y María Ruiz como vocales, mientras que sale Pedro Fernández, en su día 'mano derecha' de Ortega Smith. Se incorpora Rosa Cuervas-Mons, una estrecha colaboradora de Abascal que ejerce como directora de Comunicación de Presidencia y jefa de prensa del grupo parlamentario desde los tiempos de Espinosa, así como la vicesecretaria de Acción de Gobierno, Montserrat Lluis; y la diputada Blanca Armario.