Vox entrará a formar parte también del equipo de gobierno de la ciudad de Valencia, presidido por la alcaldesa María José Catalá e integrado hasta ahora solo por el PP, con tres áreas del consistorio y diez delegaciones que asumen competencias en Empleo, Emprendimiento y Formación, Parques y Jardines, Devesa-Albufera, Playas, Agricultura, Familia, Juventud, Infancia, Mayores, Sanidad y Consumo y Tradiciones, que incluye fiestas pero sin Fallas. Estas últimas siguen en manos del PP. Además, el portavoz de Vox en el Ayuntamiento, Juanma Badenas, pasa a ser segundo teniente de alcalde. Decisión que, con el beneplácito de los populares, refuerza a la ultraderecha no solo en el ámbito autonómico sino también en el municipal. Así lo anunció ayer la primera edil en una comparecencia para dar a conocer el pacto, sobre el que se había especulado desde el inicio del mandato hace solo cuatro meses, especialmente en las últimas semanas a raíz de la reciente aprobación de las ordenanzas fiscales, con los votos del PP y Vox, previas a los presupuestos. Acompañada por todos los ediles de ambos partidos, Catalá se congratuló por firmar una serie de resoluciones para la modificación del gobierno del Ayuntamiento de Valencia para esta legislatura, una “remodelación fruto del acuerdo” y de “un reparto proporcional de los resultados electorales”, en los que Vox logró 4 concejales en la capital valenciana. Esa distribución contempla que 11 áreas municipales dependan del PP y tres de Vox.
Catalá ha gobernado en solitario, con 13 de los 33 ediles de la corporación local y por tanto en minoría desde la conformación del ejecutivo local, y justificó este paso en aras de la estabilidad y de “una estructura operativa” para “no alterar” y “afectar lo mínimo posible” al trabajo “de los funcionarios y lo servicios” de la administración. Defendió así una gestión “ágil” y afirmó que se generará “un clima de trabajo eficiente y productivo”. La responsable municipal indicó que su equipo ha aprendido de errores de anteriores gobiernos que hacían que la ciudad “no funcionara adecuadamente” y en los que había un “trufado de determinadas áreas”, en alusión a los ejecutivos progresistas entre 2015 y 2023.
Por parte de Vox, Juanma Badenas consideró que es “un muy buen día para la ciudad” donde los cuatro concejales ultras “van a trabajar de forma coordinada, con comunicación, y donde las pequeñas diferencias que pueda haber se debatirán siempre” pensando en los vecinos para “llegar a acuerdos” y resolverse “de la mejor manera posible”.
Un acuerdo que no deja de ser otra muesca más en la trayectoria de Alberto Núñez Feijóo al frente de un PP entregado a la ultraderecha.