El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, admitió hoy que serbios armados causaron hoy en un tiroteo la muerte de un policía kosovar en el norte de Kosovo, pero rechazó rotundamente que Serbia estuviera involucrada en la organización del incidente.
Rechazó también acusaciones de que la Iglesia Ortodoxa Serbia, en cuyo monasterio se habían refugiado los atacantes, hubiera sido de alguna forma cómplice de los atacantes.
Vucic dijo que tres serbios perdieron la vida en el enfrentamiento, dos fueron heridos de gravedad y 10 fueron detenidos.
No explicó la discrepancia con las estimaciones de la policía kosovar, según las que el grupo se componía de unos 30 personas, de las que tres murieron en combate y cuatro fueron detenidos.
Vucic lamentó la muerte del policía kosovar y de los tres asaltantes serbios, pero echó la culpa de lo ocurrido al primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y en parte a las fuerzas de la OTAN en Kosovo, la KFOR.
"¡De todo lo ocurrido tiene la culpa Albin Kurti! ¡De todo! Kurti y aquellos que lo dejan hacer todo lo que hace”, enfatizó en una rueda de prensa en Belgrado.
Explicó que los serbios de Kosovo se rebelaron en la aldea de Banjska, en la que ocurrió el incidente, “ya que no quisieron soportar más la opresión y el maltrato que impone Kurti".
"Albin Kurti es la única persona que quiere el conflicto y la guerra. No quiere cumplir sus obligaciones respecto a los serbios de Kosovo. Todo el tiempo hacía provocaciones. Lamento que los serbios locales hayan caído en la trampa de sus provocaciones", dijo el presidente serbio.
Negó que los uniformes o el armamento que poseían los atacantes serbios procedían de Serbia, argumentando que se trata de objetos “que pueden comprarse en los mercados en cualquier parte”.
También dijo que el grupo armado se refugió en el patio del monasterio de Banjska solo porque tenía a dos heridos y quería buscar ayuda para ellos.
Vucic acusó a la KFOR de haber ayudado a la policía kosovar a cercar a los “serbios rebeldes” y de haberles dado "carta blanca para matarlos a todos" y aseguró que en ninguna otra parte del mundo unas fuerzas internacionales habrían actuado así.
Dijo que la KFOR en muchas ocasiones anteriores "debió protegerlos (a los serbios del norte de Kosovo), pero no los protegió".
"Una cosa es segura: Kosovo nunca, nunca y jamás recibirá la independencia, al menos no por parte de Serbia, hagan lo que hagan los que nos bombardearon en 1999", dijo en referencia a los países miembro de la OTAN.