Enfatiza Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi, que la Vuelta es el principal escaparate para la formación vasca. No le falta razón a Azanza, conocedor de las limitaciones de una estructura que sirve de cadena de transmisión de la cantera, pero a la que la exigencia del WorldTour le supera. El nivel es otro. La escuadra naranja, premiada con una de la invitaciones de la carrera, tratará de honrar a la competición ondeando dignidad, orgullo y esfuerzo en cada pulgada del trazado. Esa idea es irrenunciable porque soñar con cotas mayores es lícito, aunque escasamente probable. Conviene fijar el marco de las exigencias. Laten la ilusión y la esperanza en el Euskaltel-Euskadi. “Estamos ilusionados para estar presentes en carrera con diferentes corredores porque pienso que el equipo que llevamos está compensado para conseguir ese objetivo: tener presencia en carrera desde las escapadas y poder optar a un resultado importante”, sostiene Azanza, que piensa en Jon Aberasturi, el velocista del equipo como en un hombre que pudiera competir por hacerse con una victoria, si bien los finales que se resuelvan al esprint serán escasos.
“Esperemos poder tener alguna opción al esprint con Jon”, apunta el director de la escuadra vasca, que no es ajeno al montañoso trazado. “El recorrido es durísimo, pero, si alcanzamos nuestro nivel, estoy seguro de que podemos ofrecer un rendimiento alto”, analiza Azanza, convencido de que en las alturas Mikel Bizkarra puede brillar. El deseo envuelve el discurso de Azanza, que palpita con la ilusión de los debutantes. Nada como los comienzos. La magia única de las primeras veces. “Txomin, Isasa y Berasategi, que les llega en un momento óptimo de madurez; tres ciclistas de casa, de la cantera, a los que damos la alternativa en una vuelta de tres semanas, como hemos hecho siempre con los más jóvenes para que continúen su desarrollo como ciclistas”. En una Vuelta que respirará una etapa en Araba, –el 5 de septiembre, con salida en Vitoria-Gasteiz y llegada en Izki, en la que se espera la presencia reconfortante de la marea naranja– el Euskaltel-Euskadi quiere dejar su sello. Es un día rotulado en rojo. “Tenemos muy en mente la etapa de casa de Vitoria-Gasteiz, para mostrar nuestra mejor cara ante nuestra afición y los patrocinadores”, expone Azanza, que conducirá un plantel con seis corredores vascos: Txomin Juaristi, Gotzon Martín, Mikel Bizkarra, Xabier Isasa, Xabier Berasategi y Jon Aberasturi.
El Kern Pharma asomará en la Vuelta con Unai Iribar, Urko Berrade e Ibon Ruiz. La formación, con sede en Nafarroa, maneja una misión pareja a la del Euskaltel-Euskadi. Adentrarse en las fugas y tener presencia en carrera es el planteamiento del Kern Pharma, la otra escuadra que recibió una de las invitaciones para disputar la Vuelta. También para ellos, disputar la cita española, una de las tres grandes, es el máximo galardón. Por encima solo quedan el Giro y el Tour, dos pruebas lejanas aún para una escuadra en pleno desarrollo. Dejar una buena impresión es el cometido de la muchachada del Kern Pharma.
Óscar Rodríguez será el representante navarro del Ineos. Su cometido será proteger a Carlos Rodríguez, el líder de la formación británica. El de Burlata venció en La Camperona en la Vuelta de 2108. Entonces vestía el maillot del Euskadi Murias, el equipo que sirvió de faro cuando se apagó la llama del Euskaltel. Jonathan Lastra buscará sus opciones desde el Cofidis, que planteará la carrera para buscar etapas. En ese ecosistema Ion Izagirre, que ha logrado victorias de etapa en las tres grandes, aparece como otro dorsal a seguir. Después de abandonar en el Tour, el de Ormaiztegi quiere despuntar en la Vuelta.
Con esa misión grabada en las piernas partirá Oier Lazkano. El gasteiztarra, formidable su campaña, destacó en el Tour. Fue el primero en coronar el Tourmalet y estuvo muy presente a través de las fugas. El alavés, un ciclista que ha crecido mucho en las últimas campañas, tratará de hacerse con alguna etapa. Tiene terreno para ello. Mejorado en las subidas, potentísimo rodador, Lazkano es una de las apuestas nítidas para hacerse con algún triunfo parcial. Mikel Landa también desea volver a levantar los brazos. Lo hizo en la Vuelta de 2015, pero quiere repetir esa sensación. De cualquier manera, el de Murgia, que liderará el Soudal, mira con descaro al podio. Quinto en la pasada Vuelta, el perfil montañoso de la carrera refuerza la posición de Landa, que quiere “aprovechar la oportunidad”.
TOUR DE POLONIA
Vingegaard, líder. Llamadme Thibau. No hace tanto tiempo, el apellido Nys conectaba irremediablemente con Sven, uno de los grandes nombres del ciclocross. Se decía que tenía un hijo, de nombre Thibau. Otra de tantas dinastías del ciclismo. Herencia del barro. Thibau ama el ciclocross. De ahí surgió. Este curso cuando se habla de Nys, un velo de debate alcanza el apellido por el impacto del muchacho. ¿Nys, el padre o el hijo? Thibau se está construyendo un nombre y una sólida reputación al galope. El belga conquistó la octava victoria del curso en otro final donde explotó el manejo del tempo y su habilidad para desempeñarse en finales ventrudos que exigen explosividad en el grupo de los mejores. Batió a Ulissi y Kelderman. Vingegaard continúa en el liderato de la carrera.