En Onda Vasca hemos podido comprobar in situ cómo funcionan las burbujas, las llegadas escalonadas y los nervios del primer día que no pueden faltar en el primer día de clase. Lo que el año pasado nos provocaba temor e incertidumbre, este año está ya interiorizado. El año pasado "empezamos el curso con la palabra incertidumbre y este año con la palabra costumbre", nos decía Consuelo García, que considera que es momento de ser muy prudentes pero pone el acento en la necesidad de que los colegios puedan centrarse en primer lugar en el plano educativo y pide a los padres y madres que minimicen hablar de la covid y de las normas sanitarias.
El año pasado, reconoce, fue duro sobre todo en el aspecto emocional. "No compartas, la distancia, me llamaban la señora de la distancia", ironiza Consuelo. "Fue más difícil entre los mayores", afirma, la adolescencia es complicada y "trabajar en equipo es fundamental".