Nunca hay que bajar la guardia, aunque aparentemente el mensaje llegue de alguien conocido. Especialmente si la petición resulta un tanto inusual como la compra de unas tarjetas prepago de cualquier tipo. Hace unos días se conoció que una trabajadora de una empresa catalana recibió un mensaje en teoría de su jefe que le pedía comprar con cierta urgencia unas tarjetas de Google Play. Se gastó 1.000 euros de su bolsillo, mandó los códigos a su supuesto jefe y este resultó ser un estafador. Ha habido otros intentos que han fracasado.
Hace unos años, la empresa farmacéutica Zendal sufrió un ataque parecido. Perdieron nueve millones de euros. Su jefe financiero recibió varios e-mails de, supuestamente, un alto directivo de la farmacéutica, en el que le pedía varias transferencias de gran cantidad de dinero para establecer contactos con una multinacional. Una estafa millonaria que puso en riesgo la viabilidad la economía de la empresa. Entonces se le llamó el fraude del CEO.
Esto demuestra que todos podemos caer en este sencillo engaño. Simple pero muy preparado.
Así es el 'timo del jefe'
El mecanismo del timo del jefe de estos días es muy básico. Alguien recibe un mensaje de WhatsApp, que supuestamente envía el jefe, advirtiendo que está en una reunión y solicitando el favor de que el receptor vaya a alguna tienda en la que vendan tarjetas prepago del tipo de iTunes, Google Play, Steam Card o similares, la conocidas como gift cards, y compre algunas que necesita para hacer una presentación.
Si el empleado no sospecha nada raro y pica puede cumplir con la petición. Puede que compare los precios de las tarjetas en cuestión, que puede llegar hasta los 100 euros. Si consulta, le harán comprar varias de las más caras. Una vez les haya enviado los códigos, la estafa se habrá consumado, aunque pueden forzar la mano pidiendo que se compren más.
Así de simple si sale bien para los malos, que se lo han trabajado mucho estudiando en las redes tanto a la víctima como a sus jefes. En los casos que se investigan en Catalunya, los mossos han descubierto que el número desde el que se envían los mensajes ha cambiado con frecuencia la foto de su perfil por el de responsables de varias empresas distintas que has sido su objetivo de sus intentos de estafa.
Este timo es un delito contra el patrimonio del que ya se ha alertado a los comercios que venden este tipo de tarjetas. De hecho, son los propios dependientes los que se dan cuenta de la situación y avisan a la víctima.
Qué hacer para evitarlo
Por ello es importante que en caso de recibir un mensaje de este tipo, una petición similar de alguien que dice ser el jefe, se desconfíe y trate de contactar con el jefe por otro medio para verificarla. Resulta raro que un jefe actúe así, que vaya a una presentación con clientes sin tener todo preparado. También es oportuno bloquear el número desde el que se recibe el mensaje sin contestar.
Si el aviso llega cuando la compra está hecha, hay que intentar que desde el comercio intenten bloquear la tarjeta o devolverla. Esto es más complicado porque lo más seguro es que hayan sido canjeadas en cuanto el estafador recibe los códigos. Lo siguiente es presentar una denuncia ante la policía o en un juzgado. También hay que dirigirse a la entidad bancaria para reclamar la operación.