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Vuelven las ganas del 'sí quiero' en Álava

Bodas
Vuelven las ganas del 'sí quiero' en Álava
Vuelven las ganas del 'sí quiero' en Álava

Hace ya cinco años que las diseñadoras de interiores Laura Vitoria y María Arce decidieron dejar el trabajo en el que ambas se conocieron para formar el suyo propio: La Mar de Momentos, una empresa especializada en la organización de bodas y eventos privados. Y de momento, no les ha ido nada mal. Tanto es así que en marzo decidieron abrir su estudio en la calle Navarro Villoslada, 10. "Vimos la necesidad de hacerlo así porque cada vez trabajábamos más para novios de aquí, de Vitoria, así que creemos que así el servicio va a ser mucho mejor para ellos. Antes nos desplazábamos mucho más y ahora, cada vez menos, aunque seguimos haciendo bodas fuera porque este año, por ejemplo, nos vamos a Asturias", explican.

Y, es que como dicen, "este mundillo de las bodas te engancha desde que hicimos la primera. Lo nuestro es vocacional. Está claro que nos encanta el diseño, pero el amor por nuestras parejas, por el trabajo y porque tengan un día bonito nos hace seguir trabajando para ser lo mejor posibles para ellos".

De los más golpeados

Pese a ello, el sector al que su empresa se dirige fue uno de los más golpeados por la irrupción del covid cuando las restricciones limitaron la vida social. "El sector de las bodas y eventos ha sido uno de los más golpeados por la pandemia, a pesar de que no ha tenido tanta repercusión en medios, como en el caso de la hostelería, pero, la verdad, es que nunca hemos dejado de luchar por seguir adelante, por seguir haciendo eventos con las restricciones que en cada momento se tenían que cumplir y haciendo felices a nuestras parejas y clientes", señalan.

También aprovecharon la época de las restricciones para formarse y seguir mejorando "porque hay cosas que por el día a día y el trabajo no te da tiempo, pero que gracias, o por desgracia, a la pandemia hemos podido hacer cursos para optimizar nuestro trabajo".

Y han dado lo mejor de sí para resucitar a su sector. "Como es un sector que no se ha oído tanto en esta pandemia, hemos creado la asociación Ilusiónate, que forma parte de Arabadendak y que agrupa a todos los profesionales de Álava del sector, a modo de sello de calidad y para dar visibilidad a esos proveedores para garantizar que van a responder ese día", destacan.

Así, evitan sustos de última hora. "Intentamos trabajar con mucho tiempo de antelación. A nosotras nos gusta llegar a la boda teniéndolo todo bajo control: con el plan A, con el plan B... Eso hace que te liberes un poquito, porque sabes que, pase lo que pase, va a ir bien. Al final, por eso, siempre intentamos contar con profesionales, porque eso es lo que hace al final que el día brille. Cuando alguien se dedica a su trabajo de verdad y es profesional en lo suyo, que los resultados salgan bien es mucho más fácil", destacan.

"Alegría especial"

Ahora mismo, la temporada de bodas se les presenta "muy bien". Empezó en el mes de abril "y estamos muy contentas con los resultados obtenidos y con cómo la gente lo está disfrutando, porque hay una alegría especial. La gente tiene muchas ganas de volver a celebrar. La temporada se presenta muy bien y la que viene, aparentemente, también viene muy cargadita de bodas, así que estamos muy contentas".

Eso sí, han notado cambios respecto a las celebraciones que se hacían antes de la pandemia con las de ahora ya que están viendo que las parejas se decantan más por celebrar su boda en espacios exteriores –"cuantas más horas al aire libre, mejor"– y también el número de invitados se ha reducido un poco, "las bodas más normales de antes, que tenían 120-150 invitados, ahora tenemos hasta de 70, pero no por tener menos invitados los novios quieren descuidarlas: son más cercanas, con mucho más detalle...".

Nada que ver, por tanto, con la temporada del pasado año. "Las medidas que tenemos son totalmente distintas. Y ahora nos permiten disfrutar más del día. La temporada del año pasado empezó con muchas restricciones y con mucho miedo por parte de los novios y de los invitados porque no sabían qué se iban a encontrar y luego, poco a poco, fue mejorando. Ahora, este miedo parece que casi ha desaparecido", precisan.

Bodas pospuestas

Entre los clientes que tienen para casarse este año, sí que hay de los enlaces pospuestos, "de los que eran muchos invitados y era imposible juntarlos a todos", pero también tienen "muchísimas bodas entre los que se querían casar este año y han dado el paso".

Y entre sus peticiones, aclaran que ninguna pareja es igual a la anterior, al procurar organizar bodas lo más personalizadas posibles: "Intentamos sacar la esencia de cada pareja y con ello, hacemos las propuestas más adecuadas para ellos. Todas nuestras bodas son muy distintas".

Aparte, también ofrecen una guía para esas parejas que quieran organizar su propia boda, sin contar con wedding planner, "porque no nos casamos todos los días, y es difícil encontrar presupuestos o hallar ciertas cosas. Por eso decidimos hacer esa guía, con la experiencia de otras parejas y dudas recurrentes, para todas esas parejas que quieren organizar su propio día y que no se pierdan en el camino, que lo disfruten".

Margarita me llaman

En la floristería Margarita me llaman (Cercas Bajas, 2, con entrada por la plaza de la Provincia), como declara su propietaria Ana Muñoz, también han notado una reactivación del sector.

A su negocio, que lleva abierto otro lustro, también la irrupción del coronavirus le causó estragos, "porque el tema de bodas, bautizos y comuniones fue fatal durante la pandemia, donde más trabajo tuvimos en esa época fue con la entrega de flores y plantas a domicilio, por cumpleaños, porque la gente estaba aburrida de su casa y quería decorarla o porque estaban más sentimentales y se las regalaban a allegados, familia, amigos...".

Ahora, la temporada de bodas se les presenta "con mucho trabajo", sobre todo, en el campo de las bodas, en el que están más especializados "como se han cancelado las bodas desde hace dos años, ahora están todas las parejas con ganas de casarse, entonces tenemos las de este año y las que se pospusieron hace dos. Y las de 2023 ya hay muchas fechas cerradas porque se están adelantado muchísimo los novios".

Entre las peticiones que les hacen, "ahora sobre todo es todo más al aire libre, así que las decoraciones florales van en función de eso, lo que pasa es que si se celebran en Vitoria, hay que estar muy pendiente del tiempo, por eso aquí se concentran en unos meses en exclusiva".

Y flores determinadas como tal no les piden, "al no conocer muchos el tipo de flor, por eso piden estilos: romántico, silvestre, seco... Nosotras les damos ideas y con el estilo que quieren, concretamos".

Por siempre jamás

Otra que sabe bien cómo se presenta la temporada de bodas en Álava es la tienda de vestidos de novia y fiesta Por siempre jamás, que se mudó a la calle Florida hace un año y cinco meses desde el barrio de Lakua en el que estaba.

Como detalla su propietaria, Piedad Rodríguez, "la realidad es que algo ha mejorado, aunque no estamos a niveles de prepandemia. Sí que se nota que hubo un repunte después de Navidad, con un montón de citas, parecía que volvíamos a una normalidad, aunque con el tema de la guerra de Ucrania y la crisis energética y la huelga de transportes, se ha notado también ahora algo de frenazo. Vitoria tiene dos empresas grandes que dependen de la automoción y también hay muchas pymes que dependen de ellas". Aún así, "la situación está mejor que como estaba y tenemos trabajo y no nos podemos quejar".

2022-05-10T05:43:02+02:00
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