El Grand Slam de la hierba pone a prueba a Nadal, que llega sin dolores en busca de prolongar una racha histórica
Wimbledon debería haber vuelto a la normalidad este año, pero la invasión de Ucrania no lo hará posible. El Grand Slam de la hierba, el más apegado a las tradiciones y a su manera de hacer las cosas, decidió de forma unilateral excluir a los jugadores y las jugadoras de Rusia y Bielorrusia. La respuesta de la ATP y la WTA fue anular los puntos que concede la cita londinense, por lo que a la conclusión del torneo se producirá una revolución en las respectivas clasificaciones mundiales. Esto va a provocar que, de salida, haya ausencias muy destacadas que alteran los cuadros como el número 1 del mundo Daniil Medvedev, Andrei Rublev, Aryna Sabalenka, Viktoria Azarenka o Daria Kasatkina. También faltarán Alexander Zverev, este por la grave lesión que sufrió en Roland Garros, y Roger Federer, que sigue sin tener un horizonte competitivo claro por su lesión de rodilla.
Sin embargo, Wimbledon sigue siendo Wimbledon y todas las grandes figuras han decidido competir, pese a saber que a efectos del ranking les va a servir para poco. He hecho, el torneo celebra dos regresos muy esperados. Por un lado, está Rafa Nadal, ganador de los dos grandes disputados en 2022 y que persigue ese sueño de sumar los cuatro Grand Slams en un mismo año que Djokovic rozó en 2021. Y también vuelve al tenis Serena Williams, que con 40 años ha recibido una invitación para, después de un año sin competir, tratar de igualar al fin los 24 grandes de Margaret Court. Evidentemente, la estadounidense está lejos de ser una de las favoritas, pero se siente "preparada para este desafío", aunque no quiso confirmar si este va a ser su último torneo.
Nadal celebró ayer en la rueda de prensa oficial que tras el tratamiento que ha recibido "puedo caminar con normalidad la mayoría de los días". El de Manacor añadió que ya no siento dolor cuando se levanta de la cama y eso le permite "con días mejores y peores" entrenarse con normalidad. "Si estoy aquí es porque las cosas van mejor. Si no, no estaría", aseguró Nadal, que debutará el martes ante el argentino Francisco Cerúndolo en el primer paso de un cuadro complicado en el que, al menos, evita a Djokovic hasta la final.
El serbio perderá 2.000 puntos porque defiende el título logrado el año pasado. Busca el cuarto consecutivo y el séptimo que le llevaría a igualar a un especialista legendario como Pete Sampras. Djokovic se adapta perfectamente a la hierba y cree que esta vez no tiene por qué ser distinto, pese a la escasa competición que lleva este año. Si tiene que ganar un Grand Slam, debe ser este porque el de Belgrado asume que estar en el US Open va a ser casi imposible porque sigue sin intención de vacunarse "y eso es una motivación añadida para tratar de hacerlo bien en Wimbledon". Djokovic se estrenará mañana ante el coreano Soonwoo Kwon en un camino que le puede llevar en semifinales ante Carlos Alcaraz, que tiene que confirma que también puede brillar en la superficie verde.
En el cuadro masculino, entre los principales aspirantes todos miran al italiano Matteo Berrettini, que fue finalista el año pasado y llega invicto en la gira de hierba de este año. También hay que contar con el polaco Hubert Hurkacz, semifinalista el año pasado, y quizás con Stefanos Tsitsipas, que ganó ayer en Mallorca.
Entre las mujeres, Garbiñe Muguruza, que debuta ante la belga Greet Minnen en un duelo inédito en el circuito, llega rodeada de dudas por su falta de regularidad, las mismas que afectan en este tramo de la temporada a Paula Badosa, que debe asimilar el hecho de hacer llegado a las primeras plazas del ranking. La ausencia de Ashleigh Barty, la última campeona y ya retirada, pone de nuevo los focos sobre iga Swiatek, aunque en este superficie pueden brillar Ons Jabeur, la doble campeona Petra Kvitova y la sorprendente brasileña Beatriz Haddad-Maia, que ha aprovechado estas semanas para dar un enorme salto en el ranking mundial con una gran racha de victorias. l
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Tsitsipas vence en Mallorca
Primer título sobre hierba. El tenista griego Stéfanos Tsitsipas, sexto jugador del mundo, conquistó ayer en Mallorca el primer título de su carrera sobre hierba al derrotar al español Roberto Bautista (20º) por 6-4; 3-6 y 7-6 (2) en 2 horas y 29 minutos. Tsitsipas se coronó rey del césped del torneo mallorquín de categoría ATP 250 ante a Bautista, al que había vencido en otras tres ocasiones: en el Abierto de Australia, en una exhibición en 2019 y en la ATP Cup de 2021 en la serie entre España y Grecia. El español, por su parte, llegaba a la final sin haber perdido set alguno en la isla.