Xabi Etxeita (Zornotza, 31-X-1987), convencido de que el Amorebieta pondrá las cosas "muy difíciles" al Eibar en el encuentro correspondiente a la séptima jornada de LaLiga SmartBank que alberga hoy sábado Lezama a partir de las 18.15 horas, afronta el partido más emotivo de la temporada desde el punto de vista personal. Por un lado, porque enfrente estará un club al que lleva en el corazón y al cual no descarta regresar después de haber mantenido contactos este mismo verano y, por otra parte, porque el choque se disputa en las instalaciones a las que acudió a entrenar a diario durante sus siete temporadas como jugador del Athletic.
Amorebieta-Eibar. No es un encuentro más para usted.
—No. Es un partido bonito y especial para mí al ser un derbi contra el equipo de mi pueblo y en el que estuve también como jugador. Quiero aprovechar para dar valor a lo que ha conseguido el Amorebieta, porque poder verlo jugando partidos importantes en Segunda División es algo muy bonito para todos.
¿Qué recuerdos guarda de su paso por el club?
—Muy buenos. Entré en infantiles, jugué en las categorías inferiores hasta juveniles y de ahí pasé al primer equipo antes de ir al Bilbao Athletic. Puedo decir que crecí allí en el aspecto personal y futbolístico, todos mis amigos han jugado en el Amorebieta y conozco gente de la directiva y del club.
Vive en Zornotza. ¿Le han parado más de lo habitual esta semana por la calle?
—Un poco más de lo normal sí, pero como somos todos conocidos, todo bien (risas).
¿Hubiera preferido jugar hoy en Urritxe?
—Posiblemente sí, porque con el Athletic llegué a jugar allí algún amistoso, pero haber tenido la opción de jugar este partido en Urritxe hubiera sido aún más bonito tanto para ellos, como para mí. No ha podido ser y también será especial jugar en Lezama, un campo que me trae un montón de recuerdos al haber jugado muchos partidos ahí.
Al margen de sus tres temporadas en el Bilbao Athletic, fue su lugar diario de trabajo durante siete años en el Athletic.
—Así es. Fueron muchísimos días yendo a entrenar a Lezama y será bonito jugar un partido de Segunda División en ese campo.
Pasado el tiempo, ¿qué valoración hace de sus dos etapas como león?
—No me he parado a reflexionar mucho todavía, porque cuando estamos en activo siempre queremos pensar en el presente y un poco en el futuro, pero jugar en el Athletic fue una experiencia inolvidable para mí. Pude cumplir muchos sueños y me siento muy orgulloso de mi trayectoria en el club.
En 2015 debutó como internacional absoluto. ¿Fue su mejor momento como profesional?
—Fue un reconocimiento muy importante al trabajo de toda una vida en el mundo del fútbol, pero doy muchísimo valor también al título de la Supercopa que pude ganar con el Athletic. Quizás desde fuera no se le dé tanta importancia, pero para todos nosotros fue un sueño hecho realidad.
Desde la experiencia que le otorgan los años: ¿Existe la justicia en el fútbol?
—Es muy difícil definir qué es la justicia. Hay muchos factores que influyen y necesitas un montón de requisitos para llegar a la élite, mantenerte y conseguir cosas importantes. Lo que está claro es que sin trabajo no se puede llegar a ningún lado.
Este verano tuvo varias ofertas y se decantó por el Eibar. ¿Por qué?
—Es un club que siempre me ha atraído y me ha gustado por diferentes razones. Por un lado, porque está cerca de mi casa, pero también por su idiosincrasia, su forma de trabajar y manera de hacer las cosas. Me atraían muchas cosas y cuando supe que podía haber posibilidades de firmar no lo dudé. Profesionalmente también es un aliciente importante tener ese objetivo de volver a Primera División.
En Bilbao no llegó a coincidir por pocos meses con Gaizka Garitano. ¿Qué papel jugó en su decisión?
—Fue otro factor importante. Hablé con él, se pudo llegar a un acuerdo y estoy contento por ello.
El Amorebieta también se interesó por su situación.
—Sí, estuve en contacto durante todo el verano con los directivos, con la dirección deportiva y con el propio entrenador al ser amigos y gente de casa también, pero al final, por circunstancias, las cosas se dieron así y quedamos todos contentos.
¿Piensa aun así en la opción de volver al Amorebieta en un futuro cercano para cerrar el círculo?
—Ahora mismo estoy centrado en el Eibar y solo pienso en aportar lo máximo a este club. A partir de ahí, el Amorebieta es el equipo de mi pueblo, donde he crecido y sí es una opción interesante para el día de mañana.
En el Eibar empezó la temporada sin jugar, pero ha sido titular en las victorias conseguidas en las dos últimas jornadas. ¿Va a más?
—La verdad es que sí. Tanto el equipo, como yo mismo estamos entrando en una dinámica de lograr victorias y eso da confianza. Hay que tener en cuenta también que somos catorce jugadores nuevos en la plantilla y todo tiene un proceso. Poco a poco nos estamos adaptando los unos a los otros, a lo que quiere el míster y vamos creciendo como equipo.
¿Pesa la responsabilidad de ser los grandes candidatos al ascenso?
—No, ni mucho menos. Sabemos que eso está muy lejos, porque la Segunda División es muy larga y somos conscientes de la dificultad que tiene. Nosotros tenemos que intentar perfeccionar lo máximo posible nuestro juego, intentar dar el cien por cien cada fin de semana para conseguir los tres puntos y mejorar en cada entrenamiento para aspirar a lo máximo, pero sin pensar más allá.
¿Cuál es la principal fortaleza de este Eibar?
—Destacaría la ambición que tiene la plantilla. Lo primero que me llamó la atención al venir es que todos los jugadores que hemos llegado al club estamos muy ilusionados con este proyecto y tenemos muchas ganas de conseguir objetivos importantes. Tenemos gente muy competitiva en todas las líneas y tanto los que están jugando ahora, como los que no están participando nos pueden aportar mucho, por lo que tenemos una plantilla amplia para poder estar a un gran nivel durante toda la temporada.
¿Ha podido ver los partidos del Amorebieta?
—Sí, he visto prácticamente todos y me parece un equipo muy competitivo. Saben a lo que juegan, tienen las ideas muy claras y si no te adaptas a lo que ofrecen es muy difícil sacar algo positivo contra ellos.
¿Qué partido espera en Lezama?
—Será complicado y tendremos que estar todos al cien por cien para igualarles en intensidad, adaptarnos a su juego, a la presión que nos puedan hacer e intentar sacar provecho a nuestras cualidades. Nos pondrán las cosas muy difíciles y no será fácil hacerlo, porque ellos dan mucho ritmo a los partidos, pero trataremos de hacerlo lo mejor posible.
¿Cómo ve desde fuera las opciones de permanencia de los azules?
—Es muy difícil anticipar algo a estas alturas, pero tener tan claro a lo que quieren jugar es muy importante en esta categoría y a la larga les va a dar muchos puntos. La ilusión y la unión del vestuario también pueden resultar clave y aportarles mucho en la búsqueda de ese objetivo. Está claro que, aun así, será muy difícil, porque es un club pequeño que el año pasado ya tenía uno de los presupuestos más bajos en Segunda División B y esta temporada se repite, pero yo confío en que puedan lograr la permanencia.
Esta tarde tendrá enfrente a excompañeros y amigos. Mikel San José, entre otros.
—Sí, San José es uno de ellos. He compartido un montón de experiencias muy importantes con él y le deseo lo mejor. Él está contento en el club, está aportando todo lo que puede y para mí es una ilusión que esté representando al equipo de mi pueblo.
"Haber tenido la opción de jugar este partido en Urritxe hubiera sido aún más bonito tanto para ellos, como para mí"
"Estuve en contacto con el Amorebieta durante todo el verano, pero, por circunstancias, las cosas se dieron así"
"Tener tan claro a lo que quieren jugar es muy importante en esta categoría y a la larga les va a dar muchos puntos"