Xabier Barandika y Unai Lekerika salvan los muebles

Xabier Barandika y Unai Lekerika dieron este lunes un paso adelante en busca de las semifinales del Eusko Label Winter Series. Los gernikarras fueron profetas en su tierra en un encuentro muy divertido y espectacular en el que Thomas Urrutia, compañero de Aimar Aldazabal, se erigió como el principal protagonista.

El joven delantero de Donibane Garazi es un artista con todas las letras. En su primera comparecencia en el campeonato no estuvo suelto, pero ayer se sacó la espina con un auténtico partidazo. Asomó al Jai Alai con ansia de demostrar. Posee un olfato muy especial, capacidad expeditiva en los cuadros alegres, afán de protagonismo y colmillo, mucho colmillo. Es un puntillero con tremendo futuro. Ha nacido una estrella. Es diferente y bonito de ver. Puntista de youtube. Fino, agresivo y valiente. Hizo las delicias del respetable que volvió a llenar las gradas forales.

Xabier Barandika cerró el partido inaugural del Eusko Label Winter Series con una dejada. José Mari Martínez

Con todo, a pesar de las diabluras de Urrutia, Barandika y Lekerika solventaron el encuentro en un final de infarto en el que estuvieron a punto de ver visiblemente cercenada su cosecha de puntos. Ganar 2-0 implica sumar cuatro puntos, pero hacerlo por 2-1 solamente suma tres y, dado lo apretado de la competición, los vizcainos necesitaban ir de cuatro en cuatro. Lo lograron en un segundo joko en el que casi salen trasquilados merced al despliegue de chistera del magnífico Urrutia. Salvaron los muebles, porque iban 13-14 en contra y le dieron la vuelta. No apto para cardíacos.

En el primer episodio, el delantero de Iparralde comenzó rumboso y volcánico. Puro fuego. Respondió al 1-0 con tres tantos bestiales. Barandika, entonado, se unió a la fiesta. Sonrió. Los colorados se colocaron 6-3 con cinco tantos del delantero foral. A raíz de ese instante, los locales afilaron la guadaña. Se fueron 14-4. Y Urrutia se desencadenó. Suyo fue el empujón hasta el 14-8. Un bote de Aimar cerró la reacción. 15-8.

A pesar de las diferencias de la primera manga, Urrutia siguió descarado y travieso. Los azules estuvieron en ventaja 3-6 –después de un tramo en el que ninguno de los delanteros se pudo quitar el saque y regalaron un ramillete de remates–, 4-7, 6-8 y 7-9. Con todo, Thomas y Aimar no eran capaces de despegarse. Xabier, espumoso, tuvo gran parte de la culpa. Remando a contracorriente, los locales supieron sufrir. Se pusieron 13-12 por delante. Un dos paredes y un rebote de Urrutia cambiaron el signo. Un error propio puso el 14 iguales. Barandika cerró con un rebote.