Le apasiona el mundo de la información. Es un gran conocedor de los tres medios que acogen el periodismo: radio, televisión y prensa escrita. Disfruta ahora el día a día de la actualidad desde el plató de ETB-2 donde se hace de lunes a viernes En jake. Es un espacio que acompaña los espectadores desde hace siete años y que trata de poner sobre la mesa temas de máxima actualidad desde el rigor y desde el análisis.
PERSONAL
Edad: 57 años (9 de diciembre de 1965).
Lugar de nacimiento: Hondarribia.
Formación: Se licenció en Ciencias de la Información y de la Comunicación en la Universidad de Navarra.
Trayectoria: Comenzó su trayectoria como redactor en DEIA, medio en el que llegó a ocupar el puesto de subdirector. Tras pasar por la SER, se fue a Radio Euskadi donde estuvo al frente de El altavoz y Boulevard. En 2009 se pasó a Onda Vasca. Tras varias temporadas en esta emisora, se puso al frente del espacio de ETB-2 En jake. Su trayectoria televisiva es anterior ya que presentó y dirigió en Euskal Telebista la serie de documentales, Rutas de solidaridad-Elkartasunaren bideak, dando a conocer los proyectos de cooperación del Gobierno vasco y las ONG en África, Asia y América.
Siempre se suele poner una etiqueta a las épocas. Esta parece una situación que camina entre el caos y la confusión. ¿Sabemos en qué momento económico, político y social vivimos?
Acabo de leer una definición sobre el gobierno español: un enfermo con una salud de hierro. Todo indica que va a sacar adelante sus principales proyectos y con una mayoría bastante sólida. Creo que a principio de legislatura no pintaba así. A trancas y barrancas este gobierno está saliendo adelante y creo que la legislatura se va a terminar.
Sánchez es todo un superviviente, ¿no?
Pues sí. Fue superviviente a su propio partido, ahora es un superviviente a un gobierno de coalición permanentemente tensado por dentro, tensado por los socios y por una oposición que ha ido tumbos...
Las encuestas dicen...
No me fío mucho de lo que dicen las encuestas. Creo que hay mucho partido aún.
Las circunstancias, sobre todo las referidas a la carestía de la vida, están llevando a la sociedad a vivir uno de sus peores momentos.
Sí, pero creo que se está respondiendo a esta crisis diferente a la que hubo antes, que nos dejó hechos unos zorros. En esta ocasión se están abordando políticas muy distintas y avalada por la Unión Europea. Es una garantía para intentar paliar los efectos, aunque que de alguna manera todos sabemos que vamos a notar.
Aun así es difícil asumir que el grado de pobreza va en aumento y que en algunos casos tienen consecuencias tan imprevisibles como duraderas.
Ya sabemos que después del Covid y de la guerra de Ucrania íbamos a ser más pobres. Claro que vamos a ser más pobres, la cuestión es cómo vamos a repartir lo que tenemos. Todo va a depender del lugar. Las haciendas vascas tienen músculo para hacer frente a lo que ya ha llegado y a lo que se avecina.
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Y toda esta situación de caos y confusión es una golosina informativa.
Desde luego que cuando hay tensión informativa a nosotros nos va muy bien. También es verdad que tenemos que equilibrar mucho y no generar una alarma social excesiva. Los medios tenemos ahí y en otras cosas una responsabilidad.
¿Hay alguna fórmula para establecer ese equilibrio?
Contar las cosas como son pero sin tensarlas innecesariamente.
¿Qué es lo más difícil a la hora de contar la actualidad de estos momentos?
Conseguir el equilibrio. Yo me pongo en el lugar de un espectador al que le está costando llegar a final de mes y me parece más práctico darle consejos de expertos y soluciones a los problemas que tiene, que pueden ser puntuales, que decirle: Mira, chaval, te vas a ir al carajo con la situación en la que te encuentres. Además, eso no es así. Tenemos unas característica que permiten, si estamos dispuestos entre todos, y en Euskadi hay bastante consenso, lanzar una red social de protección que eviten casos de exclusión social.
Durante la mayor parte de su carrera profesional ha sido un hombre de radio. ¿La echa de menos?
Un poco sí. La radio sigue siendo mi gran amor. Como oyente soy una apasionado. Cuando estoy fuera de la tele, en casa, estoy con la radio todo el rato. Tengo aparatos de radio por cada sitio que voy. Pero es verdad que el programa que hago en ETB-2 se parece mucho a la radio. Es un programa muy pegado a la actualidad. Gracias al equipo que tengo, quiero que pongas esto. Tengo un gran equipo. Está ya muy engrasado, hay gente muy joven y muy competente, y me permite hacer lo que en la radio se hace con menos gente, en la tele hay más, pero la dinámica es muy parecida a lo que es un programa de radio.
Siete años En jake...
Muchos para un programa televisivo. Además hemos ido creciendo poco a poco. La familia ha ido creciendo.
Al principio muchos no apostaban un euro por su programa. Me refiero a desde fuera de la cadena.
Bien dices desde fuera. La casa sí que apostó. De hecho, tuvo mucha paciencia, que no suele ser muy normal. Habían hecho varios intentos en este sentido, pero en aquel momento no tenían una franja informativa por las mañanas.
¿Cuesta la evolución de los programas cuando estos se van asentando?
Tienes que evolucionar. Tampoco hay que revolucionarlo y cambiarlo todo de arriba abajo cada temporada. Hemos evolucionado porque la actualidad va cambiando, no estamos en los mismos momentos de los inicios y la evolución sigue hacia delante. Es cierto, como a todo el mundo, que nos gustaría tener más recursos.
¿Una competencia dura?
Sí, claro. Estamos compitiendo con televisiones que tienen muchísimos más medios. Nosotros tenemos la ventaja de que podemos jugar más en el ámbito local, en Euskadi. Somos de las televisiones pequeñas la grande y de las grandes la más pequeñita. Siempre nos gustaría tener más medios y recursos, pero hay que jugar con factores realistas y jugar con los que tenemos de ventaja.
Más cómoda en horarios la televisión que la radio, ¿no?
Pues sí. Aunque a las tardes suelo estar pendiente con el resto del equipo de las cosas que van saliendo, no dejo de tener un horario que se parece más a la banca, es decir, entrar a las siete de la mañana y salir a las dos de la tarde. Y entre entrar a las siete de la mañana y entrar a las cinco, hay mucha diferencia, sí.
La no imagen en la radio mitifica a quien la hace, la televisión desmitifica, ¿no?
No lo sé. Es un fenómeno curioso. La televisión lo que hace es encumbrar figuras a toda velocidad. Es una suerte de trituradora. En cambio, la radio es como más pausada. No tienes que estar mirando continuamente el día a día de las audiencias. Eso te permite trabajar con mayor tranquilidad y menos presión. En la televisión igual un día te encumbras y otro te das una leche.
¿Difícil de digerir esas bajadas y subidas en el tobogán de las audiencias?
Hay que aprender a relativizar y a mí me ha costado. Relativizo cuando tengo datos buenísimos y cuando estos datos son malísimos. No es ni una cosa ni la otra. No se trata de pensar que un día hemos hecho un trabajo estupendo y al día siguiente hemos hecho una mierda. No. Las cosas no son así. Es muy difícil saber por qué a la audiencia le gustan unas cosas y otras no. Todo forma parte de la tensión diaria. Ya te digo, creo que la televisión es una trituradora.
¿Le quitan el sueño las audiencias?
No, nos van bien. Eso hace que no te desveles por ellas. Si fueran mal y viera que hay miedo por parte de los que tienen poder de decisión sobre el programa, sí que me preocuparía. Hay mucha gente que trabaja en el equipo y eso sería un problema.
2023 es una año en la que se plantea una carrera electoral que promete ser muy intensa. Hay periodistas a los que les gusta ese periodo.
Ya estamos en la carrera electoral. En mayo están la elecciones, en nuestro caso municipales y forales, y en el de Navarra también al parlamento foral. Pero tengo mis dudas sobre cuándo van a ser la generales...
Las generales son para finales de año.
Bueno, eso está por ver. Como Sánchez es un poco imprevisible a lo mejor las pone por delante de las municipales.