El presidente chino, Xi Jinping, pidió hoy al canciller alemán, Olaf Scholz, "trabajar juntos" en un contexto de crecientes "turbulencias" y realizar "más contribuciones para la paz y el desarrollo mundial".
"China y Alemania, dos potencias con influencia, deben trabajar juntas bajo un contexto de cambios a nivel global y turbulencias. Debemos contribuir a una mayor paz y un mayor desarrollo en el mundo", dijo Xi al recibir este viernes al dirigente alemán en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín.
Xi agregó que a la hora de buscar "puntos en común mientras dejamos de lado las diferencias" los 50 años de relaciones diplomáticas entre China y Alemania "no se desviarán".
El mandatario chino agradeció la visita de su contraparte alemana y señaló que ésta "mejorará el entendimiento mutuo y la confianza" entre los dos países, recoge el diario oficialista Global Times.
Por su parte, Scholz, que aterrizó en Pekín la mañana de hoy y permanecerá en la capital china unas once horas, aseguró que "es bueno que los dos países puedan unirse en los momentos difíciles".
El canciller también dejó claro que deben "enfrentarse a las preguntas que se imponen cuando perseguimos diferentes perspectivas", dijo en declaraciones recogidas por el diario alemán "Süddeutsche Zeitung".
Scholz, el primer líder europeo en más de dos años que se ve en persona con Xi, llegó a Pekín para una visita oficial de un día que se desarrollará íntegramente en un circuito cerrado para prevenir contagios de covid.
Este viaje se produce apenas dos semanas después de que terminara el XX Congreso del Partido Comunista de China en el que el gobernante fue reelegido para un tercer mandato inédito entre sus predecesores.
También se reunirá con el actual primer ministro chino, Li Keqiang, quien dejará el cargo el próximo marzo, y posteriormente comparecerá en una rueda de prensa a la que solo accederán los medios que se hallan dentro de la burbuja anti-covid.
El canciller, que viaja acompañado de una delegación empresarial de su país en la que figuran representantes de firmas como el Deutsche Bank, Siemens o BMW, presidirá asimismo una mesa redonda entre compañías alemanas y chinas.
En una tribuna publicada en defensa de su viaje a Pekín en la misma jornada en que puso rumbo a la capital china, Scholz pidió "sentido de la proporción y pragmatismo" en el trato al gigante asiático.
Pekín es un socio "importante", pero si cambia, también debe cambiar la forma en que es tratado por occidente, argumentó el canciller alemán desde las páginas del diario "Frankfurter Allgemeine Zeitung".
Agregó que precisamente porque el mundo ha sufrido profundas modificaciones desde la última visita de un jefe de Estado alemán hace tres años -la excanciller Angela Merkel- y porque no es posible "seguir como si nada", se hace más necesario emprender un diálogo directo con China, argumentó Scholz.