El presidente de China, Xi Jinping, ha llegado este lunes por la mañana a Rusia, inicio de una visita de Estado que viene precedida de una gran expectación y en la que el mandatario chino confía en sentar las bases para "un nuevo impulso" en las relaciones bilaterales, como ha dejado claro tras aterrizar en Moscú.
Xi, que ha elegido Rusia para su primer viaje al extranjero tras iniciar su tercer mandato, espera que la visita que concluirá el miércoles sea "fructífera". La buena relación entre las dos potencias, ha añadido, no sólo beneficia a Pekín y Moscú, sino que contribuye "al progreso del mundo entero", informan las agencias oficiales rusas.
El presidente chino no se ha referido en sus primeras declaraciones a Ucrania de manera directa, pero sí ha prometido que su Gobierno estará del lado del ruso para defender un sistema "basado en el Derecho Internacional" y en la Carta de la ONU, "en un mundo que está lejos de ser pacífico".
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha dado por hecho en declaraciones a los periodistas que la guerra de Ucrania saldrá "inevitablemente" a colación en las conversaciones entre Putin y Xi, "de una manera u otra", informa la agencia de noticias TASS.
Putin ofrecerá "explicaciones exhaustivas" sobre la invasión iniciada hace más de un año, que Rusia sigue catalogando como una "operación militar especial". Por su parte, Xi recibirá "de primera mano" la versión del Gobierno ruso sobre el conflicto, ha añadido Peskov.
Pekín ha evitado condenar de manera clara la invasión y ha presentado su propio plan de paz para resolver el conflicto, aunque Kiev ha descartado la propuesta por considerarla demasiado escorada a las tesis políticas de Moscú.