Plaga de lesiones, el jaleo de Florentino por la Superliga, un suntuoso Bernabéu; echado de la Copa por el Alcoyano, barrido de la Champions por el Chelsea... y sin embargo el Real Madrid termina el curso vivo, peleando por el título
SI para todos los equipos de la LaLiga Santander, y del mundo entero, la temporada 2020/21 pasará a la historia por muchas razones, sobre todo por la ausencia de público, el caso del Real Madrid es paradigmático. El club más laureado de Europa puede terminar la temporada en la nada, aunque en la Liga de Campeones haya llegado hasta semifinales, que no es poco con lo mal que empezó, donde fue vapuleado por el Chelsea, y está peleando el título de liga hasta el último partido. O el penúltimo, si mañana pierde o empata en San Mamés y el Atlético vence a Osasuna en el Wanda Metropolitano.
Por eso queda difuminado en esta extraña temporada fracasos rotundos, como la eliminación de la Copa ante el Alcoyano, equipo de Segunda B, o su escasa consistencia en la Supercopa, superado precisamente por el Athletic en La Cartuja sevillana.
Es todo tan raro, ausente las críticas del público soberano de los estadios, que el Real Madrid puede concluir la temporada de vacío, jugando sus partidos en un estadio de pueblo, como es el Alfredo di Stéfano, y sin embargo tampoco se percibe demasiado la sensación de fracaso.
Excusas no le faltan. Para comenzar, la plaga de lesiones que ha sufrido la plantilla que entrena el francés Zinedine Zidane asciende a 58 durante esta temporada. Ningún club ha tenido semejante azote, y eso sin duda ha lastrado mucho el rendimiento del equipo blanco. Nueve de esas bajas lo han sido por coronavirus o por haber estado en contacto directo con una persona que ha dado positivo en covid-19, y ese ha sido el caso del alemán Tony Kroos, que se encuentra desde ayer confinado y no vendrá a San Mamés, aunque todos los test realizados han resultado negativos.
Kroos será una baja muy importante para esta jornada tan decisiva para el Real Madrid. En la enfermería blanca también ha ingresado el joven Marvin Park que, junto a otra perla de la cantera blanca, el lateral izquierdo Miguel Gutiérrez, debutaron como titulares el jueves ante el Granada. Únicamente los porteros Courtois y Lunin han llegado hasta la recta final del campeonato sin lesión alguna.
Hazard y los afanes de Ramos
Especialmente lacerante para el madridismo ha sido el belga Eden Hazard, llamado a ser el recambio estelar de Cristiano Ronaldo y que prácticamente ha estado inédito por las once lesiones que ha sufrido en apenas dos temporadas, seis de ellas en la presente campaña, a lo que hay que añadir un partido perdido a causa del coronavirus. Tampoco ha estado más fino el capitán Sergio Ramos. También padeció el covid-19, acumula cinco lesiones y su contribución al equipo ha sido prácticamente nula. Una de esas bajas la encontró en su afán por convertirse en el futbolista del mundo con más partidos internacionales. Con 180 ya solo está a cuatro de alcanzar al egipcio Hassan Ahmed, y el pasado 31 de marzo, frente a Kosovo, jugó cuatro minutos y adelantar al que iba segundo del ranking, el omaní Mubarak Ahmed. La gracia del caso es que el central sevillano, que llegó al partido muy justito, entrenó un rato tras el encuentro y, efectivamente, se volvió a lesionar.
En cierto modo, Sergio Ramos refleja el declive de una generación portentosa, que ha ganado cuatro Champions, tres de ellas consecutivas, bajo la batuta de Zidane. El zaguero de Camas concluye contrato el próximo mes y todo parece indicar que sus días de madridismo están contados. Puede que también los del técnico, aunque tiene un año de contrato más. No sería la primera vez que renuncia.
Y detrás de la parafernalia blanca, Florentino Pérez al punto de la megalomanía. Padre de la Superliga, una competición clasista que ha soliviantado el fútbol europeo e irritado sobremanera a la UEFA, tiene en plena ebullición la reconstrucción del Santiago Bernabéu, con capacidad para 81.000 espectadores; hotel, centro comercial, un casino que promete generar 120 millones de euros anuales, restaurantes de lujo, museo... 24 horas de actividad todos los días del año. En nuevo templo del madridismo costará 796,5 millones de euros, monumental cifra que pensaba sufragar con el magro negocio de la Superliga con el pretexto del covid. Delirio de grandeza o visión de empresario avezado, Florentino Pérez tendrá que hacer más cábalas para captar a Kylian Mbappé, la apuesta para reconstruir su imperio futbolístico.
Mientras, está el presente. Poder quitarle el título de liga al Atlético en el último suspiro seduce incluso hasta al más tierno de los vikingos.
58 jugadores madridistas han causado baja, bien por lesión, bien a causa del covid-19, como es el caso de Kroos, que no jugará en San Mamés
La sensación es que acaba un ciclo portentoso, con cuatro Champions, y la necesidad de reconstruir el imperio con un joven portento como Mbappé