La incertidumbre en la economía mundial de los últimos meses, marcada por la invasión de Rusia a Ucrania, y la pandemia que nos obligó a confinarnos, han hecho que los consumidores seamos más conscientes de la necesidad de contar con alimentos de calidad y de cercanía, así como de cuidar nuestro entorno natural. Es una de las reflexiones que diferentes agentes del primer sector ponen hoy sobre la mesa en la 5ª edición del congreso 'GURE LURRA. Sembrando futuro'.
Un congreso que nació en 2016, de la mano de la Diputación Foral de Gipuzkoa, con el objetivo de comunicar a la sociedad el trabajo del mundo rural. Este año, el congreso GURE LURRA, bajo el lema 'El caserío, la clave de nuestro equilibrio', busca servir de punto de encuentro para baserritarras y el mundo urbano. Onda Vasca también ha vuelto a estar presente en esta edición, con un programa especial, donde hemos contado con múltiples invitados relacionados con el primer sector y la alimentación sostenible.
Cuidado de nuestros bosques
Hemos arrancado la hora en Onda Vasca reflexionando, especialmente, sobre los bosques de Gipuzkoa y la importancia que los baserritarras tienen en el territorio. Por ello, nuestros primeros invitados han sido Arantxa Ariztimuño, Directora Foral de montes y medio natural y Jon Ander Ostolaza, Gerente de Basotik Fundazioa.
Ariztimuño ha destacado la importancia de ser sostenibles tanto en la sociedad como en la naturaleza o en la alimentación, algo que los guipuzcoanos respetan: "Los productores de Gipuzkoa son pequeños productores, familias muy arraigadas a la tierra lo que las combierte en claro ejemplo de sostenibilidad". Aunque también hablaba de retos, el primero de ellos el de hacer frente al envejecimiento y fomentar el relevo generacional.
El primer sector es un sector envejecido y eso tiene efecto directo en los bosques que hay que cuidar más que nunca debido a los abandonados por esa falta de atención. Los baserritarras son cada vez más mayores y no pueden atenderlos por limitaciones, mayormente físicas y económicas. Por ello, con el objetivo de dar respuesta a ese abandono y brindar valor añadido a los bosques guipuzcoanos surge Basotik Fundazioa. De esta forma la Diputación de Gipuzkoa se hace cargo de esos terrenos, los cuida y da el salto a nuevos modelos económicos más sostebibles basados en recursos renovables y apuesta por la bioeconomía.
Xabier Arnaiz, un baserritarra de 23 años de edad
Una de las voces más jóvenes de nuestro programa especial con motivo del congreso GURE LURRA ha sido la de Xabier Arnaiz, baserritarra del programa Gaztenek Berri del Gobierno Vasco, que con 23 años ha cogido el relevo de sus tíos-abuelos y se dedica al cultivo de patata y cereales en Zalduondo, Álava.
Arnaiz cree que el primer sector, a pesar de tener una imagen de tradición, también tiene margen para la innovación. "Pensamos que todo está inventado, pero a lo inventado se le puede dar una trayectoria nueva. Nuestros abuelos vendían las patatas en pequeños sacos y a los de alrededor y de ahí pasaron a sacas de mil y picos kilos y a empresas. Ahora mucha gente queremos volver hacia atrás, que yo creo que es hacia adelante, porque si acercas ese producto de la zona a la gente de la ciudad o de los pueblos de alrededor, incentivas mucho la zona y ese producto."
Promover la soberanía alimentaria
Saioa Ramos, investigadora de AZTI, nos ha dejado ante los micrófonos de Onda Vasca una interesante reflexión para el futuro más cercano. "Hay que promover la soberanía alimentaria; producir alimentos lo más cerca y lo más sostenible posible". Es, a su juicio, la forma de enriquecer el tejido económico y social del primer sector en Euskadi. Considera, asimismo, que los ciudadanos, cada vez más, ponemos por delante la calidad y la cercanía del producto que consumimos. "Hablando con productores locales, nos han dicho que a raíz de la pandemia han aumentado sus ventas dentro del propio país".
Ramos cree que "no éramos tan conscientes hasta ahora", pero añade que tras la invasión de Rusia a Ucrania y con la crisis sanitaria del COVID "se puso de manifiesto que se habían cortado muchos transportes, había falta de alimentos en los supermercados" por lo que los consumidores nos dimos cuenta de la necesidad de cuidar a nuestros productores y de promover la soberanía alimentaria.