Con la explosión de las redes sociales aparecieron una serie de profesiones-personajes relacionadas con ellas. De la noche a la mañana aparecieron los youtubers, instagramers, tuiteros€ que enseguida quedaron cubiertos por el paraguas de otro nombre genérico: influencer.
Este nueva designación se otorga a aquellos creadores de contenidos que tiene un nutrido grupo de seguidores que devoran sus publicaciones y a quienes ofrecen consejos en los más variados campos. Por ello se convierten en plataformas ideales para la publicidad, el marketing y el posicionamiento de productos. Se dirigen a sus seguidores, que tienen un perfil muy concreto, aconsejando y hablándoles de temas que les interesa, por lo que las marcas pronto se dieron cuenta de su potencial.
Así, las empresas comenzaron a ofrecerles dinero o productos para que los anunciaran. Y fue un éxito. Cuantos más seguidores tenía el creador de contenido, más dinero podía ganar y su ego se inflaba más con el anglicismo influencer.
Pero si de algo algo presume internet es de lo democrático que es y de que cualquiera puede ser un creador de contenidos y un prescriptor de productos y servicios.
Y en esta dirección va una de las últimas novedades de la red de fotografías y vídeos Instagram. Esta empresa del conglomerado Meta ha presentado una nueva función que tiene como objetivo rentabilizar más sus publicaciones. La idea es que cualquier usuario con cuenta en esta red pueda etiquetar productos específicos en sus publicaciones.
"Los creadores y las marcas han estado compartiendo cómo usan sus productos favoritos en Instagram. Ahora damos acceso a todo el mundo para que inspire a sus allegados al permitir el etiquetado de productos en las publicaciones", compartía Instagram en su comunicado.
Así, la plataforma asegura que esta nueva función además de permitir a cada instagramer anónimo "apoyar a las marcas que te gustan", también beneficiará a los seguidores de cada uno descubriéndoles "nuevos productos que les puedan gustar".
Las pruebas piloto, en EEUU
Como ocurre en estos casos, hay que ir probando, por lo que testarán esta función usuarios estadounidenses. Es de esperar que funcione sin problemas, de lo contrario la esta red social no lo habría anunciado abiertamente, por lo que es probable que este pronto esté disponible en el resto del mundo.
Pero la cosa tiene truco y se trata de que Instagram también gane dinero con la publicidad gratuita que cada usuario haga de un producto etiquetándolo en las fotos que cuelgue. Solo se podrá promocionar aquello que se encuentre disponible en la la recién estrenada sección Instagram Shopping.
¿Cómo se etiqueta un producto?
El mecanismo para etiquetar un producto es muy sencillo. De hecho, es casi exacto a cómo se etiqueta a una persona.
Tras crear una nueva publicación en la cuenta, se va al apartado Etiquetar personas y en el buscador introducir el nombre de la marca. Cuando la encuentres, clicar sobre ella. Si la función está activa, aparecerán dos opciones, Personas y Productos. Seleccionar esta última y tocar en la foto la zona donde debe aparecer la etiqueta. Ya solo queda darle a compartir.
Una vez dado el paso, queda responder a la pregunta del millón. ¿Puede ganar dinero el espontáneo prescriptor?
La compañía no ofrece un incentivo económico por etiquetar productos, aunque lo vende como una forma de inspirar y conectar con los seguidores.
En un futuro sin plazos, cuando Instagram ponga en marcha su programa de Afiliados, esta función podría llegar a ofrecer réditos económicos a los creadores de contenidos al obtener una parte de los los beneficios de las ventas a terceros logradas a través de uno de estos enlaces.
Habrá que esperar.