Las personas fallecidas en las últimas 36 horas en la ciudad de Ksar el Kebir, en el norte de Marruecos, por consumir alcohol adulterado ascienden este miércoles a diecinueve, indicaron a Efe fuentes locales.
Los últimos datos ofrecidos este martes por la tarde por el Ministerio de Sanidad arrojaban quince personas fallecidas víctimas de una intoxicación por beber alcohol elaborado de forma artesanal, un número que ha aumentado en cuatro más este miércoles.
Tras las primeras muertes, las autoridades marroquíes detuvieron a un hombre de 48 años dueño de una tienda, así como a su hijo menor de edad, como presuntos responsables de la venta de la bebida, en una operación en la que los agentes se incautaron de 49 litros de alcohol adulterado que había sido fabricado de forma clandestina.
Los dos sospechosos fueron sometidos a un investigación judicial a cargo de la Fiscalía, para determinar la relación entre las muertes y el alcohol consumido por las víctimas.
El consumo de alcohol está restringido en Marruecos, ya que no solo está mal visto socialmente sino que las bebidas alcohólicas tienen precios muy altos por soportar una gran cantidad de gravámenes.
Ante esta situación abundan las destilerías clandestinas y la venta de alcoholes fuertes con precios baratos en la clandestinidad, principalmente aguardientes producidos de forma artesanal y sin las debidas garantías sanitarias.