Gabriel Alfonso Corral, testigo de la batalla campal del fútbol mexicano del pasado fin de semana, relata cómo presenció lo ocurrido en el mismo estadio
"La última jugada que se marca es un saque de esquina. El arquero del Querétaro corre hacia el centro del campo y hace una señal para detener el partido. En ese momento me doy cuenta de que hay una persona corriendo en el centro del terreno de juego y es justo cuando se desencadena todo. Es justo cuando se pierde el control de la tribuna y de la cancha", explica Gabriel Alfonso Corral. Este hincha de los Gallos Blancos de Querétaro, con carné del club desde hace dos décadas, ocupaba el pasado sábado su sitio en el estadio La Corregidora para disfrutar del encuentro de su equipo. Sin embargo, sin saber muy bien cómo, Corral acabó siendo testigo de la mayor pelea de la historia del fútbol mexicano. Lo ocurrido en el Querétaro-Atlas fue una batalla campal, un linchamiento multitudinario tan brutal y violento que no solo conmocionó al país azteca –ya es un asunto de Estado–, sino también a medio mundo. De hecho, aunque las autoridades mexicanas insisten en que la conflagración entre las dos hinchadas dejó 26 hospitalizados y ningún fallecido; los medios locales y las redes sociales hablan de hasta 17 muertos. Y subiendo.
Este socio del Querétaro lamenta que el fútbol mexicano se haga viral por lo ocurrido ante el Atlas y defiende que "es algo que nunca había pasado": "La Corregidora suele ser una cancha tranquila, una cancha que respeta mucho al equipo visitante y que si bien tiene sus rivalidades, nunca había pasado lo que vivimos el sábado pasado". A pesar de todo, Corral reconoce que seguirá yendo a ver su equipo siempre que le sea posible: "Esto no me quita el ímpetu ni el ánimo de ser parte del equipo de mi ciudad. Es el equipo que me representa, con el que he tenido alegrías y he sufrido descensos. Con el que he viajado a ciudades y he disputado finales". Por eso, aunque todo parece indicar que la Liga Mexicana tomará medidas severas, Corral ya avisa de que "en cuanto podamos volver a la cancha, seré el primero en estar presente". Es más, tampoco descarta regresar con su hijo: "No se nos puede alejar de la tribuna porque la afición se construye yendo a la cancha y generando identidad".