La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, garantizó ayer que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) subirá este año “la cuantía suficiente” para cumplir con el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, que tiene en cuenta la inflación, la productividad media estatal, la participación del trabajo en la renta general y la coyuntura económica. “Vamos a subir el SMI de manera relevante”, añadió Díaz a los medios.
La ministra participó en las Jornadas Confederales de UGT, después de que el secretario general del sindicato, Pepe Álvarez, pidiera en el mismo acto la actualización del SMI a 1.100 euros mensuales para 2023. La vicepresidenta segunda afirmó que “no hay ningún problema” en la mesa de negociación del SMI y que ésta se reunirá “con carácter inmediato”, aunque no concretó fecha. “Pero vamos a subir el SMI de una manera relevante porque estamos viviendo una crisis y no son los salarios los causantes de la inflación”, enfatizó la ministra, que en todo caso insistió en que, se apruebe cuando se apruebe, la subida del SMI será con carácter retroactivo.
Díaz defendió que el SMI no destruye empleo, como auguraban los “mantras ultraliberales” de “la derecha económica”, sino que, al contrario, es “la mejor herramienta para combatir la pobreza salarial”, sobre todo entre los jóvenes y las mujeres. Preguntada también sobre la inflación y el último dato del IPC, que se moderó en diciembre al 5,7%, Díaz incidió en que no se puede seguir admitiendo “que las empresas sigan engordando sus beneficios a costa de los salarios y el esfuerzo de las personas trabajadoras”. A su juicio, una parte importante de la inflación subyacente solo se explica “porque alguien se está forrando”, en alusión directa a las empresas, mientras los salarios se devalúan. “Donde el Gobierno actúa bajamos los precios pero tenemos que dar un paso más porque con rentas salariales de 1.000 euros, 1.200 euros no se puede realizar la cesta de la compra”, añadió.
DEMANDA DE UGT
Antes de darle la palabra la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, subrayó que “es muy importante” conseguir un aumento del SMI en 2023 para “atender las necesidades de las personas más débiles”. El líder sindical se mantuvo en su posición de fijar el SMI de 2023 en 1.100 euros, un 10% superior a la cifra actual. Los agentes sociales solo se han reunido en la mesa de diálogo social en una ocasión, el pasado 21 de diciembre. El Gobierno llevó a esa mesa de negociación las recomendaciones hechas por la Comisión de Expertos, que planteaban una horquilla de entre el 4,6% y el 8,2% para 2023.
Eso equivaldría a fijar el SMI de este ejercicio entre los 1.046 euros y los 1.082 euros brutos al mes por catorce pagas. CCOO se decanta por la parte alta de esa banda, los 1.082 euros, con la posibilidad de ampliarlo a 1.100 euros, cifra por la que aboga UGT. La patronal, por su parte, remitió un documento en el que proponía subir un 4%, hasta una cuantía de 1.040 euros brutos en 14 pagas. El Gobierno ha prorrogado el SMI de 2022, de 1.000 euros brutos en 14 pagas, hasta que se fije la nueva cantidad para este ejercicio. El objetivo del Ejecutivo es que quede en el 60% del salario medio español.