Zabala, un brillo impreso hasta en el tuétano

Javier Zabala y Julen Martija tenían que hacer este martes diez tantos y se fueron a casa con 22. Una buena tajada para cerrar su paso por la fase de cuartos de final del Parejas. Una buena caza para el sobresaliente riojano en la que se espera como su última comparecencia como suplente de Jokin Altuna si la zurda del amezketarra sigue mejorando. El guipuzcoano le tiene que agradecer su hoja de servicios, puesto que en las tres citas en su lugar se ha llevado tres victorias. Pleno. Una enorme respuesta para un delantero que está inmerso en una racha brutal de resultados y juego. Fulgurante.

El octavo punto asegura que Jokin y Julen tengan dos opciones para solventar el play-off. Eso sí, aún habrá que esperar al sábado para conocer su puesto final en la tabla clasificatoria. Por el momento, con el tanteo global como guía, están virtualmente segundos, pero caerán a la tercera o cuarta plaza tras el partido del Labrit entre Artola-Imaz y Peio Etxeberria-Zabaleta. Si ganan sus compañeros de Aspe, acabarán con el honor de calificarse de bronce. Sería una cuestión más de autoestima que de beneficio competitivo, pues da igual en cuanto al trance de la eliminatoria. Jugarán contra el perdedor de Iruñea el jueves 22 en el frontón Beotibar en busca de un hueco en las semifinales. Si pierden, les quedará otra bala: medirse a los ganadores entre el quinto y el sexto el domingo 25 en Bilbao. 

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Los que no hicieron los deberes fueron Jon Ander Peña y Jon Ander Albisu. Bien es cierto que era complicado levantar el 22-9 de la ida, pero este martes volvieron a mostrar la cara irregular que les está penando durante todo el Parejas. Regalaron nueve tantos. Y sus rivales necesitaban una decena. Así es complicadísimo. Tienen potencial de sobra, pero no terminan de trazar una velocidad de crucero. Los errores les pasaron factura en el Beotibar de Tolosa. Serán quintos sí o sí. El primero de sus dos eliminatorias de play-off será el viernes 23 en Amorebieta-Etxano ante Elordi-Rezusta o Laso-Aranguren, que llegarán después de tener la soga al cuello.

En cualquier caso, en un enfrentamiento en el que Zabala y Martija tuvieron alguna que otra duda, fueron capaces de sobrevivir. Solo fallaron tres pelotas entre los dos. Oficio. Esa también fue clave. Eso sí, cuando el riojano arrancó, hizo tantos estupendos. Brilló. Hay un Primera. Lo lleva dentro. Eso está impreso en el ADN.