El lunes 7 de marzo de 2011, en plenos Carnavales de Tolosa, José Javier Zabaleta (Etxarren, 1991) disputó su primer partido dentro del Campeonato de Parejas. Lo hizo junto a Yves Xala como sustituto de Abel Barriola, que tuvo que suspender por "problemas en la muñeca izquierda". La prueba era mayúscula en un escenario de infarto. Se enfrentaron a Aimar Olaizola y Aritz Begino, a la postre campeones.
El pegador de Etxarren tenía 19 años. Al día siguiente cumplió los 20. Había debutado el Día de Reyes de ese mismo curso. Aspe le elevó hasta la élite en unos meses. La prueba fue satisfactoria: el fino delantero de Lekuine y el guardaespaldas de Sakana remontaron un 18-14 y un 21-20 para acabar levantando los brazos. Se cogieron apuestas de 100 a 30 y algunos espectadores volvieron a sus domicilios con los bolsillos llenos.
DOMINADOR DEL PAREJAS
Once años después, cuando está a punto de cumplir los 31, siendo uno de los manistas más veteranos del tremendamente rejuvenecido panorama profesional –únicamente le superan en su empresa Álvaro Untoria y Ladis Galarza, nacidos en 1990, mientras que por Baiko destacan Mikel Urrutikoetxea (1989) y Jon Ander Albisu (1990)–, Zabaleta se erige como dominador del Campeonato de Parejas. Por el camino, nueve titularidades y ocho clasificaciones para la liguilla de semifinales.
Ha pisado en cuatro veces el encuentro por la txapela y tres cetros jalonan su palmarés. José Javier es el pelotari en activo con más títulos de la especialidad, seguido de Beñat Rezusta, Joseba Ezkurdia y Danel Elezkano, con dos. Por debajo quedan Urrutikoetxea, Julen Martija, Iker Irribarria y Álvaro Untoria, con uno.
Aspe volvió a optar por él en la edición de 2012 como suplente de David Merino. En un choque sin trascendencia, dentro de la liguilla de semifinales, Titín y el navarro cayeron en el Labrit ante Berasaluze II-Albisu (19-22). A raíz de ese instante, Zabaleta ascendió al Olimpo de los zagueros, cimentando su camino en la pegada, el poder físico y la elegancia. Un fuera de serie.
SIN SUSPENDER UN PARTIDO
Anclado este curso en la liguilla de semifinales de forma directa junto a Danel Elezkano, su participación comienza ante Altuna III-Martija –primeros contra segundos de la liguilla de cuartos de final, una cita atractivísima– el domingo en el frontón Bizkaia de Bilbao, a partir de las 17.00 horas. Será su contienda número 152 como titular en el Parejas.
No ha suspendido ni un solo choque dentro del torneo más largo del curso manista. Ha participado en 151 compromisos, disputados junto a Juan Martínez de Irujo, su padrino en 2013, Joseba Ezkurdia (en tres ediciones), Danel Elezkano (otras tres), Iker Irribarria y Erik Jaka. En total, ha ganado 95 partidos; es decir, un 63% de triunfos.
UN BORRÓN EN 2015
Si bien la trayectoria del guardaespaldas de Etxarren es exquisita, cabe destacar que un nubarrón se cirnió sobre su cabeza tras la edición de 2015. Junto a Joseba Ezkurdia, tras acumular un hatajo de caras y cruces, se plantó en las semifinales. Los de Aspe estuvieron cerca de alcanzar la final en su última contienda, ante Berasaluze II y Zubieta el 12 de abril de 2015.
Después de ese encuentro, debido a las molestias que arrastraba en el tobillo, decidió parar. La cosa no mejoró. En mayo, el zaguero renunció al Manomanista y le descubrieron una calcificación en el tendón de Aquiles del pie derecho, que se atajó mediante una artroscopia.
En septiembre ya estaba recuperado físicamente, mas le brotó una verruga en la mano que era como una moneda de cinco céntimos. No sabían cuánto tiempo podría estar fuera de las canchas e incluso se especuló con un plazo de hasta cinco o seis años. Fue una tortura emocional. Al final, entre pitos y flautas, fueron once meses en el dique seco.
Retomó el pantalón blanco el 29 de febrero de 2016. Desde aquel momento, el manista de Sakana recuperó la sonrisa, siendo el pelotari más destacado en su demarcación, con permiso de Rezusta, por su regularidad, elegancia, físico y pegada. Es diferencial en cada una de sus apariciones. 151 veces Zabaleta.