El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero asegura que lo mejor que ocurrió en su etapa al frente del Ejecutivo fue el fin de ETA "para siempre" y "a cambio de nada", y reconoce que su mayor error fue su "optimismo" ante la crisis económica de 2008, al no ser capaz de prever su intensidad.
En una entrevista con la Agencia EFE con motivo del 20 aniversario de su llegada al Gobierno, Zapatero ha hecho balance de sus dos legislaturas al frente del Ejecutivo (de 2004 a 2011), en las que asegura que el hecho por el que se siente más "reconfortado" es el fin de la violencia de ETA.
"Fue bajo mi Gobierno donde ETA declinó, se rindió y, lo que es más importante, fue para siempre (...) y además a cambio de nada, ni en términos ni políticos ni de otro tipo", ha declarado.
Agradece el esfuerzo de mucho
El expresidente asegura que "hay muchas personas que hicieron mucho en esa tarea", entre ellas los socialistas Jesús Eguiguren, Alfredo Pérez Rubalcaba, Rodolfo Ares y Patxi López, pero también el exmilitante de ETA y actual coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y "buena parte de la cúpula de Batasuna".
Asimismo, ha destacado especialmente el trabajo de "dos profesionales de la paz que no son españoles", de los que no ha desvelado sus nombres pero cuyo trabajo afirma que fue decisivo sobre todo "en la fase final", durante el último año antes del anuncio del cese definitivo de la actividad armada de ETA en 2011.
"Pasaron horas y horas con la cúpula de ETA, convenciéndoles, argumentando, ayudando. Lo hicieron por una causa que ha sido la causa de su vida", ha comentado.
El mayor error: subestimar la crisis económica
En la otra cara de la moneda, Zapatero reconoce que su mayor error en sus años como presidente de Gobierno fue su "optimismo" ante la crisis económica de 2008 derivada de la crisis financiera internacional.
"Nunca pensé que llegáramos a sufrir lo que llegamos a sufrir", sostiene el expresidente, que señala que cuando en un principio usó otros términos en vez de la palabra crisis fue porque "no estábamos técnicamente" en esa situación.
Tras su segunda legislatura, marcada por la crisis económica, el PP ganó por mayoría absoluta, pero Zapatero puntualiza que él no perdió el Gobierno porque en aquellas elecciones de 2011 no repitió como candidato, ya que el cabeza de lista del PSOE fue Alfredo Pérez Rubalcaba, y señala además que en democracia lo habitual son los ciclos políticos de ocho años.
11M
Sobre su llegada al poder, opina que los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004 jugaron un papel importante en aquella campaña electoral por el "gran impacto" que provocaron en la "conciencia" de la ciudadanía y en la situación política, aunque ignora hasta qué punto fueron decisivos en su victoria.
"Solo pertenece a los ciudadanos el porqué decidieron dar una mayoría al PSOE 2004 y a nosotros solo nos corresponde agradecerlo, no interpretarlo", dice.
Pese a ello, Zapatero considera que otro elemento que pudo jugar a su favor para llegar al Gobierno fue el "modelo de oposición útil" que desempeñó previamente, así como la "actitud autoritaria y distante" del Ejecutivo de José María Aznar con asuntos como el Prestige o la guerra de Irak.
Sobre los recientes actos de conmemoración del 20 aniversario del 11M, Zapatero afirma no estar sorprendido por la división persistente entre los partidos políticos y las asociaciones de víctimas, ya que "la polarización es el clima que predomina en nuestro tiempo".
Y sostiene que si algo ha quedado claro es que aquel "gravísimo atentado" fue un "atentado islamista" cuya información "se gestionó muy mal" por parte del Gobierno de Aznar, debido a los intentos de "crear una posible conspiración" sobre la autoría de ETA.
"Es un poco patético ver columnas de opinión que dicen que todavía quedan dudas y más preguntas, sobre todo después de una intensísima instrucción e investigación judicial, y de una sentencia de la Audiencia Nacional ratificada por el Supremo", lamenta.
Aunque se define como un gran amante de la política, Zapatero asegura que no tiene previsto volver a ser candidato en ninguna elección porque considera que "el poder debe ser temporal", y considera que su mejor papel ahora consiste en "ayudar" al PSOE.
"No hay nada mejor en la vida que ser leal, sentirse leal y poder ayudar", declara.
Más allá de los hechos concretos que marcaron su etapa como presidente del Gobierno, Zapatero señala que le gustaría ser recordado como "un demócrata razonable, que pretendió e intentó mantener la decencia y los valores democráticos que siempre tienden a la igualdad".