Amplia zona de merendero bajo la sombra de un centenario robledal, pista de pump track y recinto con aparatos biosaludables para practicar ejercicios al aire libre. Es el nuevo espacio público de ocio y esparcimiento creado por el Ayuntamiento de Zeberio en una superficie de 15.000 m2 en Telleri, a escasos 200 metros de distancia del barrio de Ermitabarri donde se alza la bella e imponente iglesia de Santo Tomás de Olabarrieta y en donde se encuentran, además, los apartamentos turísticos, el museo de la forja y el pequeño y singular humilladero de San Antonio de Padua.
En este tranquilo paraje natural, a uno y otro lado de la carretera que comunica Ermitabarri con Gezala, el Consistorio ha invertido 70.000 euros de recursos propios para recuperar un espacio que, poco a poco y con el paso del tiempo, “había sido invadido por la maleza y las zarzas”, explica el alcalde de la localidad, Karlos Idirin.
Para acondicionar el merendero ha sido preciso, primero, desbrozar todo el ámbito de actuación y extender tierra vegetal en diversas zonas para, después, instalar un cerramiento perimetral de vallas de madera y colocar 10 mesas con sus correspondientes bancos de madera “aunque está previsto instalar más” y cuatro papeleras rústicas acordes con el entorno. Además, un espacio anexo ha sido limpiado para su uso como aparcamiento de vehículos.
Pista de pump track
Justo al otro lado de la carretera, ha sido creada la pista de pump track en el espacio donde, décadas atrás, estaba el terreno de juego del campo de fútbol de Telleri. “Hará unos 35 años que los chavales del pueblo dejaron de jugar allí. La vegetación fue invadiendo toda la zona y las aguas superficiales se fueron acumulando hasta dejar ese área impracticable”, señala Idirin.
En este caso, también, han sido necesarias labores de desbroce y limpieza del terreno y de drenaje de las aguas hacia el arroyo Gezala para poder proceder después a la construcción de un circuito cerrado con distintos obstáculos, curvas y badenes a salvar en bicicleta, skate o patinete. Esta atractiva iniciativa llevaba en la mente de Karlos Idirin desde que accedió al cargo de alcalde de Zeberio hace dos legislaturas. “Un concejal me hablo de la existencia de este tipo de pistas y me llamó la atención, sobre todo porque, entonces, no había ninguna en nuestro entorno. Y hace 3 años me quedé sorprendido cuando un grupo de chavales del pueblo se reunió conmigo para solicitar una pista de pump track. Mi compromiso con ellos fue acometer la actuación cuando fuera posible y así ha sido”, detalla.
La pista está en uso desde mediados de septiembre “y está teniendo muy buena acogida”. Tanto es así que “no solo vienen chavales de Zeberio, sino que también de otras localidades como Ugao-Miraballes o del valle de Arratia y es sorprendente la habilidad y el manejo que tienen de las bicicletas, los skates y los patinetes”. Eso sí, los usuarios tienen que cumplir las obligaciones y recomendaciones que constan en el panel colocado al lado de la pista. “Hay que ir con casco y es recomendable también ponerse rodilleras y coderas. También hay que seguir el sentido de circulación que indican las marcas del circuito, mantener distancias y, sobre todo, disfrutar con respeto”, precisa.
Y tal es el grado de satisfacción con este nuevo equipamiento que el Ayuntamiento de Zeberio ha organizado, para el 22 de octubre, una jornada inaugural que incluye una exhibición a cargo de jóvenes expertos a las 12.30 horas y un posterior taller de aprendizaje que será impartido por monitores.
Acuerdo por los terrenos
La nueva zona de ocio y esparcimiento de Zeberio dispone, además, de un recinto con aparatos biosaludable y fuente de agua potable. “Está previsto instalar baños públicos, pero estamos a la espera de obtener el permiso de URA, y más adelante crearemos también un parque infantil”, avanza el alcalde.
Para poder acometer este proyecto, el Ayuntamiento de Zeberio ha llegado a un acuerdo con la Asociación Santo Tomás de Ermitabarri, propietaria de todos los terrenos. El compromiso del Consistorio es “recuperar, mantener y poner en valor los robledales de Telleri y Elizondo que, en total, ocupan una superficie de 65.000 metros cuadrados”, explica el primer edil. Y la administración local está ya trabajando para que este paraje recupere el esplendor de antaño. “En algunas zonas se está consiguiendo la repoblación natural de los robles tras la caída de bellotas. Y en donde no sea posible y se generen claros, procederemos a plantar arbolado de esta especie”. Una vez más, el gobierno municipal cumple con su compromiso de recuperar el patrimonio natural o cultural de la localidad.